Manu González ganaba el pasado fin de semana en Japón dentro de la categoría de Moto2.
El piloto que proviene del Mundial de Supersport (el año pasado), ha corrido en Japón junto a sus rivales de Moto2. Manuel González ha aprovechado una oportunidad que tenía para ganar y saborear la victoria, que hacía tiempo que no lo sentía. Él mismo explicaba a nuestro colaborador Manuel Pecino sus sensaciones en carrera y al cruzar línea de meta, todo desde el circuito de Motegi.
González ha ganado sin esperarlo. «Creo que era uno de los circuitos que menos me podía haber esperado ganar. No porque se me dé mal lo bien, porque aquí en 2022 tuve una caída fuerte en agua. Fue difícil volver, tener buenas sensaciones en agua. Nos ha ido bien, aunque no era en agua, era a medias y he tenido bastante confianza. Veía que los pilotos con agua no iban rápido, las gomas estaban secas y cuando ves que la victoria está más cerca, te pones cada vez más nervioso, intentas no cometer errores. Me fallaba un poco la moto, la última vuelta, y solo quería terminar y pasar la meta, porque pasar primero siempre es increíble y es una sensación que, como no sabes cuándo se va a repetir, hay que aprovecharla y creo que ha sido un día bastante especial».
Dedicatoria especial al malogrado Salvadori. «Al final, en el ‘parc fermé’ se la he dedicado a Luca Salvadori, porque era muy amigo de un compañero; Filippo Rovelli, que era mi compañero de equipo antes y vive conmigo, entrena conmigo. Pero al final esta victoria, te acuerdas de tus padres, que siempre están ahí, desde muy pequeño, en las buenas, en las malas, en todo, sobre todo en las malas apoyándote, dando mucho trabajo, mucha vida para poder seguir el sueño de su hijo y la verdad es que por fin se ha hecho realidad esa victoria que muchas veces hemos tenido cerca de este año, incluso el año pasado alguna».
«Se la he dedicado a Luca Salvadori»
Manu González se fijaba en sus rivales. «He visto en la parrilla que muy pocos pilotos tenían en el ‘slick’ y en esos momentos estás 50-50% y nunca sabes lo que va a pasar. Eso no depende de ti. Lo único que depende de ti es tener confianza, estar seguro de lo que tienes y poder empujar. Como yo salí atrás, le veía a él que iba rápido. Cuando él empujaba, yo empujaba, podía adelantar muy fácil, porque la diferencia era muy grande entre los pilotos con agua y yo con seco, los pasaba por fuera, por dentro. Eso era fácil, lo difícil fue llegar a él y, sobre todo, las últimas vueltas, ir tranquilamente y llegar a meta, que hoy había que hacerlo».
Ganar no es fácil y Moto2 es una categoría igualada. «Obviamente, no es conseguir una victoria solo por tus propios méritos de ser el mejor, el más rápido, con todas las mismas condiciones, todo el mundo igual. Pero, como he dicho, en otras carreras la tuve cerca, como en Mugello. El año pasado a lo mejor en Malasia o Qatar, algunas carreras que estás ahí cerca y en esos momentos es más satisfactorio conseguirlo porque fue mucho más difícil que en Japón. Obviamente, no ha sido fácil, pero las cosas cuando están de tu mano, hay que aprovecharlas y las he podido aprovechar bien».
Errores que se arreglan. «La verdad es que sí, porque el sábado en ‘qualy’ me pasó alguna curva que frenaba y daba un poquito de gas la moto. Hemos cambiado el gas y parecía que funcionaba bien, pero en las últimas dos vueltas cada vez se me quedaba más pillado el gas, frenaba, y cuando ponía la última marcha, la moto aceleraba sola, y digo ‘A ver si soy yo, que de los nervios le estoy dando’, y lo he comprobado perfectamente que no era yo. He acelerado y la última vuelta en la frenada de abajo se me ha quedado un poco acelerado y he frenado, que he llegado con la rueda delantera un poco al límite. Creo que un par de vueltas más y no terminaba, pero es eso».
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