
El exdirectivo de Honda analiza el rendimiento de Marc y Álex, el papel de Ducati, el talento de Fermín Aldeguer y la importancia de la familia en MotoGP.
El siempre expresivo Óscar Haro volvió a dejar reflexiones contundentes, pasionales y técnicas durante su intervención en el canal de Nico Abad. Con su estilo directo y emocional, el exdirector deportivo del LCR Honda no solo habló de rendimiento y tecnología, sino también de valores humanos y del profundo vínculo que une a los hermanos Márquez.
Haro comenzó destacando a dos pilotos que, por razones distintas, le tocaron la fibra: Fabio Quartararo y Álex Márquez. Al francés le reconoció el mérito de seguir empujando con una moto poco competitiva: “Lo que está haciendo Fabio, desarrollando solo, es admirable. Meter esa Yamaha en el podio no es casualidad”. Pero fue con Álex Márquez con quien más se volcó emocionalmente. Haro relató cómo una simple llamada telefónica acabó en lágrimas y confesiones: “Álex me dijo que estaba dando una vuelta al circuito a pie, para tocar tierra, para recordar de dónde viene. Esa humildad le hace grande”. También recordó las críticas que ha tenido que soportar el piloto de Cervera: “Le han dicho de todo, que si está ahí por el apellido. Pero Álex se lo ha ganado. Ha sufrido en silencio y ahora empieza a recoger lo sembrado”.
Marc y Ducati: adaptarse o caer
Uno de los focos más técnicos de la charla giró en torno a Marc Márquez y su proceso de adaptación a la Ducati. Haro explicó con claridad los problemas que está experimentando el ocho veces campeón del mundo con el tren delantero: “En Ducati, el grip trasero es brutal. Esa fuerza empuja al tren delantero en la frenada, y cuando cortas gas, la moto no se frena como una Honda. Sigue empujando”.
También analizó las caídas recientes de Marc: “En Estados Unidos se cayó por ir sobrado de confianza. Pero en Jerez no fue así. Fue el tipo de caída que el año pasado tuvo muchas veces Pecco. Es una cuestión técnica, no de actitud”. Según Haro, la experiencia con este chasis 2024 aún le da ventaja a Bagnaia: “Marc aprenderá. Tiene el apoyo de Ducati y el talento de siempre. Pero aún está conociendo los límites”.
Fermín Aldeguer, talento en ebullición
Otro nombre propio fue el del joven Fermín Aldeguer, a quien Haro definió como “un chaval que está conociendo la moto, probando los límites, y que transmite una energía espectacular”. Destacó la complicidad que mantiene con Álex Márquez y la importancia de compartir información y experiencia en el box. “Hay pilotos que se lo guardan todo. Álex no. Enseña, ayuda. Y Fermín lo está absorbiendo todo”.
La familia Márquez, más allá de los circuitos
El momento más emotivo del programa llegó cuando Haro habló de la familia Márquez. No se centró solo en lo deportivo, sino en los gestos fuera de pista, como cuando Marc fue al corralito a felicitar a su hermano. “Eso dice mucho de él. Estaba hundido, pero fue a abrazar a Álex. Ese tipo de gestos hablan de valores. Y eso también es motociclismo”. Para Haro, se está perdiendo algo fundamental en la cultura del deporte: “Estamos tan obsesionados con lo técnico y lo competitivo, que olvidamos la humanidad”.
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