Antes de que arranque la temporada 2019, HRC ya empieza a demostrar hasta qué punto está dispuesta a llegar para que Lorenzo sea competitivo con la RC213V. El director técnico de la marca japonesa, Takeo Yokoyama, ha asegurado que están dispuestos a crear dos motos casi opuestas si es necesario dentro de los límites que permite el reglamento.
La pretemporada 2019 sigue su curso. Tras los test celebrados a finales de noviembre en el circuito de Jerez-Ángel Nieto, las fábricas trabajan a destajo para poner a punto las monturas con las que competirán a partir de marzo. Uno de los focos de interés está en el garaje del Repsol Honda, dónde aterriza Jorge Lorenzo. Su estilo de pilotaje único a buen seguro que supondrá un reto para los ingenieros japoneses. A pesar de ello, la consigna es clara: si hay que apostar por dos líneas de desarrollo distintas, que así sea. Esto de desprende de las declaraciones de Takeo Yokoyama al medio alemán Speedweek, donde afirma que, “si es necesario, haremos dos motos distintas”.
Y es que en el Repsol Honda compartirán garaje dos pilotos con estilos de pilotaje casi opuestos. Por un lado, Marc Márquez, cuya agresividad especialmente en frenada que lleva al límite a muchos puntos de su montura. Por otro lado, la finura y la importancia del paso por curva de Jorge Lorenzo. ¿Cómo lo hará Honda para satisfacer a los dos pilotos? Yokoyama afirma lo siguiente: “Mantendremos nuestra filosofía, pero si Jorge nos lo pide, haremos algo especial”. Toda una declaración de intenciones por parte de una de las fábricas más poderosas de MotoGP, si no la que más.
Cabe destacar que el reglamento actual del Mundial presenta algunas restricciones que impiden crear dos motos totalmente opuestas. Al estar los motores congelados, la distinción procede de otros aspectos de la moto. “La especificación del motor será la misma para ambos pilotos, pero en la parte del chasis o de las geometrías sí que podemos hacer algo diferente”, reconoce Yokoyama. En Jerez, Honda ya demostró que puede asumir esas dos líneas de desarrollo. Tras el test de Valencia, Lorenzo pidió modificaciones en el depósito para poder reducir el esfuerzo físico a la hora de pilotar. A la semana siguiente, Jorge ya tuvo a su disposición dichos cambios.
Honda busca recuperar su prestigio como fábrica
La llegada de Lorenzo al garaje del Repsol Honda supone una prueba de fuego para los ingenieros japoneses. Como ya sucediera en 2004 con Valentino Rossi, en los últimos años, Honda ha visto cómo la percepción mayoritaria del Paddock es que, más que Honda, quien gana es Marc Márquez. A la vista de los resultados de Dani Pedrosa en los últimos años, el argumento no parece desencaminado. Mientras Marc ha acumulado título tras título, Pedrosa ha sufrido lo indecible con una Honda cuyo desarrollo se ha alejado cada vez más de su estilo de pilotaje.
De ahí que ahora, con Jorge Lorenzo en el equipo, Honda aspira a poner punto y final a esa discusión. Y es por eso que ya están trabajando para que el rendimiento de sus dos pilotos esté equilibrado y no sea tan heterogéneo como lo ha sido en los últimos años. Por el momento, vista la buena adaptación de Lorenzo a la RC213V hasta la fecha, parece que los japoneses van por el buen camino. No será hasta el mes de marzo cuando tanto Lorenzo como la fábrica japonesa tendrán su primera prueba real en Qatar.
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