El piloto italiano explora las nuevas tecnologías y desafíos de la categoría en una jornada de pruebas llena de aprendizajes y adaptaciones.
Andrea Iannone ha regresado a la acción en la categoría de MotoGP, experimentando una jornada de pruebas libres en el circuito gracias a la colaboración con Ducati Giannantonio. Este regreso marca un hito significativo en su carrera, después de haber estado ausente de la competición durante un tiempo, y representa una oportunidad para medir su evolución en una categoría que ha cambiado considerablemente desde su última aparición.
La primera jornada de pruebas estuvo centrada en disfrutar y adaptarse a las novedades de la categoría, entre las cuales se incluye un dispositivo de bajada que promete mejorar el rendimiento de la moto. A pesar de ser un novato en el ambiente de MotoGP, Iannone mantuvo un enfoque cauteloso. Al final de la jornada, logró completar su prueba a solo dos segundos de la Ducati de Francesco Bagnaia, actual campeón del mundo. Iannone expresó su satisfacción no solo por la oportunidad de estar de vuelta en la pista, sino también por la posibilidad de seguir ajustando sus sensaciones en un fin de semana de carreras.
“Creía que perdería 4-5 segundos,” comentó Iannone, “pero en realidad me fue mejor de lo que esperaba. Ya era difícil mejorar desde la mañana, y lo logramos. La verdad es que es difícil entender el límite, porque nunca lo encuentras. Toda la jornada hice solo 25 vueltas, llegas sin pruebas y hasta Superman tendría problemas. Al final, también soy humano. Pero está bien, estoy muy contento con esta oportunidad”. Su humildad y autocrítica reflejan el deseo de mejorar y adaptarse a las exigencias de una categoría tan competitiva.
El dispositivo de descenso fue un tema recurrente en sus comentarios. “La verdad, estaba preocupado por esto, pero he descubierto que soy bueno usándolo”, afirmó. Iannone se mostró sorprendido por su capacidad para adaptarse a esta nueva tecnología. “Quizás podríamos sugerir a Gigi que lo pongan también en la moto de serie, ¡así lo llevamos a Superbike! Pensé que sería mucho más complicado. Fue algo curioso, me dijeron que se bajaba aquí y aquí, y nada más. Yo lo activé demasiado pronto, pensando que tomaba más tiempo, lo activé antes y en 5ª y 6ª me di cuenta de que ganaba mucho. Creo que podría ser útil también para otros”.
Sin embargo, no todo fue sencillo. Iannone también expresó las dificultades que encontró en la pista. “Aún tengo problemas para hacer todas las vueltas, no tengo los automatismos”, explicó. “Te digo la verdad, hice quince vueltas y al final terminas haciendo una clasificación. Terminas a dos segundos del campeón del mundo, no puedo decir más”. La exigencia de la MotoGP se hizo evidente para él, quien tuvo que enfrentarse a un cambio en la dinámica de la conducción.
Otro aspecto que mencionó Iannone fue el cambio en la MotoGP desde su última participación. “La MotoGP que conocía ya no tiene nada que ver”, bromeó, añadiendo que “lo que me gusta es que sé dónde pierdo tiempo, sé lo que tengo que hacer, pero necesito encontrar la sensación”. Comparando su experiencia con la Superbike, destacó que “frenar es mucho más agotador, te destroza, necesitas mucha fuerza”. Sin embargo, también reconoció las mejoras en la agilidad, maniobrabilidad y electrónica de las motos.
Iannone también tuvo que adaptarse a los frenos de carbono, una experiencia que describió como “dura”. “Llego y freno mucho más fuerte que las otras Ducati”, comentó, reconociendo que su falta de automatismo en el uso de estos frenos le costaba tiempo en la pista. “Si lograra quitar 7-8 décimas, ya daría un paso importante”.
En cuanto a su estilo de conducción, Iannone aseguró que “no ha cambiado mucho”, aunque reconoció que la entrada a las curvas ahora es diferente. “Normalmente, cuando llegas y te caes enseguida, sabes dónde está el límite, pero preferiría no hacer eso”, dijo, subrayando la importancia de encontrar ese límite sin arriesgarse a caer.
Iannone, por su parte, reflexionó sobre su regreso y el ambiente en el box. “Corrí solo, sin experiencia con toda esta aerodinámica, y no quiero cometer errores; cuando estás a 2 o 3 décimas puedes pensar en seguir a alguien”. Esta búsqueda de perfección y la satisfacción por volver a competir se reflejan en sus palabras. “La verdad es que, probablemente, sin la VR46 y Ducati nunca habría vuelto a probar una MotoGP. O tal vez sí, pero no de esta manera. Hacerlo en un GP, tener la posibilidad de compararse con los demás el mismo día y con los mismos ritmos es algo maravilloso, increíblemente bonito”.
La jornada de pruebas fue un paso positivo para Iannone y su equipo, con la mirada puesta en los retos que vendrán en las próximas sesiones. “Creo que hoy fue más difícil, creo que mañana podremos trabajar y quitar aún un poco más de tiempo”, concluyó Iannone, dejando claro que su regreso a MotoGP está lejos de ser un simple regreso, sino una búsqueda constante de superación y adaptación en un mundo de competición que no perdona.
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