Jack Miller cuenta cómo vivió la carrera del Gran Premio de Tailandia el pasado domingo.
Miller es uno de los pilotos de la parrilla que se desenvuelve muy bien en condiciones de mojado, por lo que el domingo parecía que había muchas cosas a su favor. Parecía incluso fácil para él superar a los demás pilotos de MotoGP, pues salía decimoquinto en parrilla y en cuatro vueltas había recuperado 10 posiciones y era TOP 5 y rodando tercero más tarde. Todas sus declaraciones nos las hizo llegar nuestro colaborador Manuel Pecino desde el circuito de Chang.
Primeras palabras sobre la carrera. «Ha sido una carrera larga, 26 vueltas en estas condiciones. Fui relativamente cauteloso en la salida porque no quería quedarme atrás en la línea de meta con una rueda trasera patinando. Desde la decimoquinta posición de la parrilla, las primeras vueltas fueron un asunto peliagudo, rodando entre mucho spray mientras intentaba evitar el barullo en la pista ya que muchas motos daban vueltas de campana con la rueda trasera patinando».
El rendimiento del australiano fue muy alto, pero abusó de la goma de delante. «Y cuando Marc Márquez se fue al suelo, yo era tercero. A partir de la mitad de la carrera, mi neumático delantero estaba al límite. Lo había quemado mientras recuperaba terreno y ya no tenía velocidad en las fases de rodadura de las curvas. Tenía que aparcar la moto antes de cada curva y volver a ponerla en posición vertical lo antes posible para recuperar el agarre en la parte delantera».
«A partir de la mitad de la carrera, mi neumático delantero estaba al límite»
Pedro Acosta atacó a su compañero de marca en pista. «Cuando se apretó a mi lado por el interior, nos tocamos a la salida de la curva 3 y giramos en paralelo en la curva cuatro. Me dije a mí mismo: ‘mi rueda delantera empezó a patinar literalmente en cada vuelta allí, este duelo podía decantarse hacia cualquier lado…'».
Aunque Miller lo dio todo, no fue suficiente y es conformista con su actuación. «Me han perseguido y lo he dado todo para defender esta posición de podio. Pero no tenía que ser así. Sólo tienes que sentir lo que pasa debajo de ti. Los frenos de carbono son tan buenos y se pueden controlar con tan poco esfuerzo que puedes jugar con el agarre y manejarlo. Siempre tengo buenas sensaciones en mojado, así era con Ducati y así es ahora con KTM. Hemos demostrado coraje y eso es lo que cuenta».
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