Jack Miller dejará de formar parte de KTM para dar el salto a Yamaha de la mano del Prima Pramac.
Hace apenas unas semanas, el futuro de Jack Miller era una de las grandes incógnitas de MotoGP. Con la confirmación de Pedro Acosta en el equipo oficial de KTM, y la llegada de Enea Bastianini y Maverick Viñales al Tech3, el australiano se quedó sin asiento dentro de la fábrica austríaca. Su falta de resultados esta temporada tampoco ha jugado a su favor. El australiano se encuentra décimo cuarto en la clasificación general del Campeonato con 84 puntos; y su mejor resultado han sido dos quintos puestos en Portugal y Tailandia.
Esto hizo pensar que la próxima temporada no veríamos a Miller en MotoGP. Incluso el propio piloto bromeaba sobre su futuro, aunque se mantenía tranquilo. Finalmente, el pasado septiembre, se confirmó que Miller acompañaría a Miguel Oliveira en el box de Pramac; que tras su salida de Ducati pasará a trabajar con Yamaha. En declaraciones a TNT Sport, el piloto hablaba de sus motivaciones; a pesar del duro momento que están viviendo en la marca de los diapasones.
“He deseado pilotar la Yamaha desde que di el salto a la categoría reina”
“Es fantástico tener la oportunidad de trabajar con una marca tan histórica y prestigiosa y poder contribuir”, contaba. “En Japón están esforzándose mucho por repetir lo conseguido en el pasado”. El australiano contaba además que poder subirse a la Yamaha es como un sueño para él. “Personalmente, he deseado pilotar esta moto desde que di el salto a la categoría reina. En aquel entonces seguía a los pilotos del equipo Tech3, además de a Jorge Lorenzo y Valentino Rossi, y pensaba que debía ser una moto increíble de pilotar. Así que estoy encantado de poder hacerlo”, admitía.
No obstante, Miller continúa ligado a la marca austríaca hasta final de año; aunque tendrá ocasión de probar la Yamaha en los test de Barcelona. Este fin de semana, también en Montmeló, celebrará su último Gran Premio vistiendo los colores de KTM: el GP Solidario de Barcelona. El objetivo del australiano es marcharse con un buen sabor de boca. “Sería genial subir al podio dos veces en Montmeló. Me hubiera gustado hacerlo más veces y destacar más. Como he dicho, aún quedan oportunidades este año y cruzamos los dedos para terminar bien”, ha finalizado el piloto.
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