KTM hace oficial su nueva montura para la próxima temporada, teniendo como pilotos al español Pol Espargaró y al británico Bradley Smith.
A falta de cuatro días para que arranquen los primeros entrenamientos libres del Gran Premio de Qatar, se ha presentado el único equipo oficial que aún no lo había hecho: KTM. Ha sido en un acto en Austria, en la ciudad de Salzburgo, y que ha contado con la presencia de sus dos pilotos oficiales –Pol Espargaró y Bradley Smith– y del probador –Mika Kallio-. (Foto de portada: KTM)
La pretemporada ha sido complicada para la marca, con la lesión de su principal piloto, Espargaró, que les hizo ir a contra corriente durante todo el invierno. Ahora llegan a Qatar bajo mínimos en un año clave, puesto que si quieren seguir creciendo y llegar a la élite de MotoGP necesitarán llamar la atención de algún piloto top. Y para ello necesitan algo evidente: resultados.
2018 será el segundo año de KTM en MotoGP. En su debut, la marca cumplió las expectativas y creció durante el año. Acabaron quintos en el campeonato de marcas -por delante de Aprilia, que llevaba ya dos años de experiencia en la categoría-, y Pol Espargaró acabó siendo un fijo en la lucha por el top-10 en cada carrera. No tanto Smith, que tuvo un año muy discreto.
Ahora, los objetivos son otros y quieren estar más adelante. “Queremos empezar el año donde acabamos 2017: luchando por el top-10“, comenta Espargaró, que sigue recuperándose de su lesión pero cuya participación en Qatar no corre peligro: “Me siento mucho que hace una semana. He tenido tiempo para entrenar y tratar de encontrarme mejor para la primera carrera. La parte física es muy importante en estas motos y con este nivel en cuanto no estás al 100% se nota“, relata el piloto catalán.
En un año de renovaciones y con algunos pilotos importantes, como Zarco, buscando un asiento oficial, Smith tiene un curso crucial. Debe subir sus prestaciones si quiere mantenerse en el equipo, ante la amenaza de nombres como el del francés o el de Petrucci, que no continuará en Ducati. El británico, a diferencia de Espargaró, sí que marca la meta a la que quiere llegar con KTM: “La idea es completar la historia con esta moto y llevarla desde las últimas posiciones en su debut hasta el podio o la victoria. Todos creemos en este proyecto y el objetivo es seguir progresando“.