KTM entra en concurso de acreedores y enfrenta una reestructuración para reducir costos y ajustar su futuro en MotoGP, poniendo en peligro el puesto de trabajo de muchos trabajadores.
Como ya se conocía, KTM AG ha entrado en concurso de acreedores, afectando también a sus filiales KTM Components y KTM Investigación y Desarrollo. Esto pone en riesgo los empleos de más de 3.600 trabajadores. Las tres empresas enfrentan una deuda conjunta de 2.900 millones de euros, de los cuales 1.800 millones corresponden a KTM AG.
KTM AG ha iniciado un proceso de reorganización que incluye medidas como la eliminación de 500 puestos de trabajo adicionales antes de fin de año, tras haber despedido a cientos de empleados en 2024. La empresa planea reducir la producción y aplicar jornadas reducidas a parte de su personal, impulsada por un excedente de 100.000 motos sin vender.
Este ajuste pone en duda la continuidad de costosos proyectos automovilísticos, como MotoGP, que ha supuesto un gasto estimado de 70 millones de euros, además de la inversión en programas de promoción de jóvenes talentos en categorías como Moto3, Moto2 y la Red Bull Rookies Cup.
La marca austríaca ajustará su enfoque financiero y estratégico en MotoGP
KTM reducirá costos eliminando el apoyo financiero a equipos en clases menores de motociclismo, trasladando los costos al negocio de clientes. También evaluará su papel en la Red Bull Rookies Cup, cuestionando su formación de pilotos para otros fabricantes. Sin embargo, su compromiso con MotoGP sigue firme. “Afortunadamente, la moto para la próxima temporada está lista y esperando en el taller. El inicio de la temporada 2025 está organizado. Eso nos ayuda enormemente en la situación actual“, afirma Pit Beirer según recoge el medio alemán Motorsport Magazin.
En 2026, MotoGP congelará el desarrollo de motores como parte de la transición hacia una nueva era técnica en 2027. Este cambio incluirá la prohibición de dispositivos de altura de pilotaje, una drástica reducción de la aerodinámica y la introducción de motores más pequeños de 850cc, en lugar de los actuales 1.000cc. Estos cambios obligarán a los fabricantes a diseñar motos casi completamente nuevas, algo que incrementará considerablemente los costos. “Estos planes están actualmente en suspenso hasta que hayamos aclarado cómo vamos a proceder“, señala Beirer.
Mientras tanto, los contratos de las marcas como KTM, Ducati, Aprilia, Yamaha y Honda con Dorna, están vigentes solo hasta finales de 2026, y las renovaciones aún están en negociación. Aunque teóricamente KTM podría retirarse sin penalizaciones al final de ese año, no se espera que ninguna marca abandone el campeonato.
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