
La emoción de Roser Alentà tras el doblete de los Márquez en Tailandia.
El Gran Premio de Tailandia dejó una imagen para la historia del motociclismo: Marc y Álex Márquez cruzando la meta en las dos primeras posiciones, cumpliendo un sueño que pocos hermanos han logrado en la máxima competición. Sin embargo, más allá del espectáculo en la pista, hubo alguien que vivió ese momento con el corazón encogido, los nervios a flor de piel y las lágrimas a punto de desbordarse: su madre, Roser Alentà. En una conversación con AS, compartió cómo vivió la carrera desde casa, una mezcla de angustia, felicidad y orgullo que difícilmente olvidará.
Las victorias se celebran, pero cuando el triunfo es doble y lo protagonizan tus propios hijos, el sentimiento se multiplica. Roser no pudo contener las lágrimas al verlos brillar en el circuito de Buriram. «He sufrido como una loca y he llorado lo más grande», confesó, aún emocionada. Para ella, cada vuelta fue un calvario de nervios. Pero cuando ambos cruzaron la línea de meta, primero y segundo, sintió que todo había valido la pena.
Más allá de los trofeos y las estadísticas, esta victoria tenía un significado especial para ella. «Verlos ahí arriba, juntos, después de todo lo que han pasado… Es increíble. Estoy muy contenta por el pequeño«, dijo, refiriéndose a Álex. Siempre ha sido consciente de que su hijo menor ha tenido que trabajar el doble para hacerse un nombre en un mundo donde la sombra de Marc es alargada. Pero ese domingo, en Tailandia, su esfuerzo brilló con luz propia.
Felicidad, pero con cautela
El motociclismo no da tregua, y Roser lo sabe bien. Aunque la felicidad por el doblete fue enorme, la prudencia nunca desaparece de su discurso. «Siento como un poco de yuyu, porque me da miedo que se vengan arriba«, confesó con la sinceridad de una madre que siempre mantiene los pies en la tierra. El temor de que la euforia les haga perder la concentración está presente, especialmente con Marc, a quien algunos ya empiezan a señalar como el gran candidato al título. Pero Roser no quiere hablar de campeonatos aún. «No me gusta que den a Marc por campeón ya. En Tailandia ha salido todo bien, pero hay que relajarse, seguir…», insiste, recordando que las temporadas son largas y que nada está escrito hasta la última bandera a cuadros.