
La electrónica tiene cada vez más peso en MotoGP, y queda demostrado semana tras semana
Que MotoGP ha cambiado a lo largo de los últimos años es una realidad. Todo el mundo, tanto equipos como pilotos, han tenido que adaptarse a esta nueva era, algo que podríamos llamar «la era de la tecnología». Esto genera una dicotomía, porque para muchos, esto es un gran avance en la competición, pero no todo el mundo piensa por igual.
Pero para muchos otros esto, más que un avance, es un atraso. Al menos, en el mundo de la competición. Desde hace ya mucho tiempo atrás se viene hablando de que tanta tecnología en las motos afecta de forma directa al talento de los pilotos. Y esto, cada vez más, es una realidad.
La tecnología ha transformado MotoGP por completo en las últimas décadas, pasando de ser un campeonato centrado casi exclusivamente en el talento del piloto y la mecánica básica, a un laboratorio rodante de innovación en electrónica, aerodinámica y análisis de datos. Y eso, lo podemos concluir de forma muy directa haciendo una comparación si echamos la vista atrás.
La MotoGP de antes comparada con la actual
Antes, hace años y en la época donde el piloto marcaba la diferencia total, ellos mismos gestionaban todo el pilotaje, sin ningún tipo de ayudas electrónicas. Ahora, las MotoGP están repletas de sensores y centralitas que controlan tracción, freno motor, antiwheelie, control de salida… y un largo etcétera de cosas.
La electrónica permite que las motos sean más potentes pero también más seguras y consistentes. Sin embargo, también ha reducido parte del “margen humano” del pilotaje, priorizando la gestión electrónica y la precisión. Esto, en parte, viene motivado por el hecho de querer igualar las condiciones y reducir los costes, evitando así que equipos oficiales cojan un gran margen de diferencia respecto a los equipos satélites.
El ejemplo más claro de esto lo tenemos en 2024: Jorge Martín fue campeón del mundo de MotoGP con una moto satélite de Ducati, concretamente la Prima Pramac Racing. Echando la vista atrás, hace diez años, esto hubiera sido casi impensable.
Un cambio en el panorama de la competición
A día de hoy, cada moto lleva decenas de sensores que registran parámetros de motor, frenos, neumáticos, suspensión, etc. Los ingenieros analizan esos datos en tiempo real y después de cada sesión para optimizar el rendimiento. Los pilotos trabajan con los datos para entender dónde pierden o ganan tiempo, algo impensable hace un par de décadas.
Ducati marcó el inicio de la “era aerodinámica” con los alerones en 2015. Hoy, todas las fábricas los usan. El objetivo de este avance era mejorar la estabilidad en aceleración y frenada, evitar caballitos y optimizar el paso por curva. Esto ha provocado que las motos son más rápidas, pero también más sensibles y difíciles de seguir de cerca, lo que ha cambiado la dinámica de los adelantamientos.
La emoción de las carreras… ¿en riesgo?
Algo muy famoso y con mucho objeto de debate son los conocidos dispositivos de altura: holeshot y ride height. Ducati fue la pionera en estos dispositivos y los popularizó, algo que al principio parecía una gran innovación. Ahora podemos ver que han reducido drásticamente los conocidos «caballitos», algo que era clave en la mayoría de las celebraciones de MotoGP y que a día de hoy casi no vemos.
Precisamente de eso hablaba Pecco Bagnaia hoy al terminar la carrera sprint de Sepang, donde ha sido ganador: «Solo tuvimos un pequeño problema con el rear ride height device, que no funcionó durante toda la carrera. Era como pilotar sin él, como si tuviera seis años otra vez«
«Como si tuviera seis años otra vez» afirmaba Bagnaia. Esto nos empieza a dar señales de lo que significan estos grandes avances. Y lo podemos ver semana tras semana. Cada vez hay más igualdad entre pilotos y marcas. Pecco Bagnaia hizo un fin de semana perfecto en Japón, para después hacer dos Grandes Premios consecutivos sin sumar ni siquiera un punto. Y ahora parece que vuelve a estar arriba, parece que volverá a hacer un fin de semana impecable. Esta es la montaña rusa a la que los pilotos se exponen bajo estas condiciones.
Pero no solo esta temporada hemos visto esto. Si nos remontamos al año pasado, podemos recordar una gran superioridad durante toda la temporada por parte de Bagnaia y Martín, precisamente los dos pilotos que llevaban la famosa GP24. Y ni siquiera talento innato de Marc Márquez pudo con ellos. ¿Casualidad?, ¿adaptación?, ¿o es todo cuestión de la moto?
En aquel entonces, Marc Márquez llevaba la GP23, una moto también muy buena respecto al resto de marcas. Pero no lo suficientemente buena como para luchar con la GP24, y así quedó demostrado y confirmado: la moto tenía algunas cosas menos que la versión 24, y, por lo tanto, restaba a la hora de tratar de conseguir resultados.
Y un punto también muy interesante de comparación: en 2023, tuvimos hasta ocho pilotos diferentes en el primer cajón del podio. Eso, hace una década, era algo muy difícil de conseguir. Allá por 2015 los podios solían disputarse entre los cuatro pilotos de siempre: Rossi, Márquez, Lorenzo o Pedrosa, salvo sorpresa. Hoy en día cualquier piloto puede ganar, cualquier piloto puede conseguir una victoria en la categoría reina. Y eso es algo muy positivo para la competición, pero, tras este análisis surge una pregunta: ¿qué sería del mundial de MotoGP hoy en día si la electrónica no hubiese avanzado tanto?
¿Te SUSCRIBES GRATIS a Motosan.es en la campana 🔔? ¡SIGUE HACIA ABAJO para ver las ÚLTIMAS NOTICIAS!