
El director de la comisión técnica de la FIM, Roland Berger, ha hablado sobre los cambios que se esperan implementar en MotoGP de cara a los próximos años.
Roland Berger tiene una dilatada carrera vinculada al mundo de las dos ruedas. Y, actualmente, ocupa el puesto de Director de la Comisión Técnica de la FIM. Asumió este cargo en 2023 y lo ocupará durante, al menos, cuatro años. Es decir, hasta que se lleve a cabo el siguiente gran cambio importante en el reglamento de MotoGP. Por delante, muchos retos. El más importante: intentar devolver el espectáculo a MotoGP a través de los adelantamientos.
Sobre este asunto han preguntado a Berger en Speedweek. «Hemos aumentado considerablemente las prestaciones, lo que significa que por fin podemos correr a una velocidad de 366km/h. No sirve de nada a nadie, porque ningún espectador ve la diferencia. Ahora entra en juego la aerodinámica, que va de la mano con el chasis. Si quieres ir el doble de rápido, tienes que tener cuatro veces más potencia. Y la aerodinámica también se convirtió en un problema a la hora de frenar«, ha dicho el austriaco.
Berger ha explicado cómo la aerodinámica ha afectado al actual MotoGP. «Cuando el piloto frena a 360 km/h, se alegra de tener más presión de contacto en la rueda delantera. Sin embargo, había una desventaja en la curva: al inclinarse, el alerón empujaba a la moto hacia afuera. Para que este subviraje se produzca de forma uniforme, se utilizaron las alas traseras», ha dicho. Y continúa respecto a este tema. «Antes, los pilotos solo tenían una manera de compensar ese empuje hacia el exterior de la curva, y era acelerar. Lo cual, como sabemos, no siempre funcionaba bien. En cualquier caso, los paquetes aerodinámicos han ido mejorando cada vez más».
Como consecuencia a toda esta aerodinámica, los pilotos de MotoGP tienen que pelear también contra el ‘aire sucio’. «Llegas y no puedes acercarte al piloto que tienes delante. Sin embargo, si superas el límite, de repente te arrastran hacia delante. Como esto suele ocurrir justo antes del punto de frenada, adelantar se ha vuelto bastante complicado. Las velocidades en las curvas son las mismas que antes, pero los puntos de frenada son posteriores debido a las alas. Esto no ha facilitado los adelantamientos. El resultado es una serie que es técnicamente fascinante, pero que ya no ofrece la acción que alguna vez ofreció».
Para Berger, la solución a este problema está bastante clara. «Quitamos las alas. O, al menos, todas las que se encuentran detrás del tapón de combustible. Las aletas delanteras, al menos, tienen cierta relevancia de serie. Funcionan a partir de 50 km/h. Eliminamos los dispositivos ‘holeshot’. Y es posible que tengamos que reducir la potencia«, asegura. Sin embargo, para ver todo esto en MotoGP aún habrá que esperar. En principio, hasta 2027. «Se rumorea que, a partir de entonces, serán 850 c.c, lo que significa un 15% menos de potencia y entre un 10% y un 12% menos de velocidad máxima», ha explicado Berger.
No obstante, eso no quiere decir que no pueda haber emoción en MotoGP hasta que se cambie el reglamento. «Siempre se ha dado el caso de que un fabricante ha logrado alguna genialidad aquí y allá. Luego, la competencia tardó dos o tres años en ponerse al día. Ducati es un caso claro: 87 victorias en MotoGP, 14 de las cuales fueron de equipos clientes en los últimos años. KTM dio el mayor salto en 2023, pero simplemente no fue suficiente. Cuánto más se acerquen a los líderes, y lo harán, más interesantes serán las carreras», asegura.
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