La victoria de Quartararo, el duelo de egos de las Honda, la Quartararo-dependencia y la remontada de Álex Rins en su confirmación, estas son las banderas de Motosan al Gran Premio de Portugal.
En un escenario como la montaña rusa de Portimao solo es posible presenciar carreras como la de este domingo en Portugal. Un Gran Premio en el que se ha vivido todo tipo de momentos pero donde, sin ninguna duda, ha habido un claro protagonista, Fabio Quartararo. De la nada al todo, protagonistas inesperados, una lluvia incesante capaz de complicar las mejores de las previsiones pero donde, de nuevo, el espectáculo se ha servido en bandeja de plata, vencedores y vencidos y el motociclismo en su más puro estilo. Estas son las banderas de Motosan al Gran Premio de Portugal.
Bandera a cuadros: el resurgir del Diablo
El viernes lo tenía todo perdido, sus aspiraciones se desvanecían con cada gota que caía sobre el asfalto portugués, sin embargo, Fabio Quartararo resurgía este domingo como el Ave Fénix. Ha sido el gran tapado, el invisible, pero este domingo su soberana victoria se ha hecho notar. Una victoria con un sabor dulce, una pequeña demostración de que la M1 y Fabio Quartararo son un tándem perfecto cuando las condiciones lo permiten. En pleno juego de sillas, la victoria de este fin de semana podría encarar la balanza hacia el lado de la escudería nipona. Lo que es indudable es que El Diablo tiene más hambre que nunca y, ahora, quiere seguir haciendo historia.
Bandera verde: el hombre del fin de semana es co-líder y es invencible
Parecía que el trabajo estaba hecho, una mala gestión había acabado con sus opciones, tocaba cerrar los ojos y esperar. Pero no hay nada más fuerte que un guerrero con sed de venganza y una superioridad frente a sus rivales. Este domingo, Alex Rins ha demostrado que sus últimos resultados no son una coincidencia. Algo ha cambiado en un Rins invencible, en el hombre a batir, una fuerza que hace unos meses parecía imposible pero que le ha aupado hasta la segunda posición en la clasificación general, a un paso del cielo.
Bandera amarilla: la ‘Copa Honda’
Sin duda, una de las batallas emocionantes de este domingo ha sido la protagonizada por los pilotos de Honda, un duelo cara a cara, una lucha de egos de tres campeones que, con las mismas armas, luchaban sin dejarse nada en el tintero. Una bonita lucha, emocionante, pero en unas posiciones poco propias de una marca como la del ala dorada. Nuevamente, la escudería que hace años solo celebraba buenos resultados, ahora ve como sus pilotos luchan por sobrevivir. El eco de unos problemas que parecen no acabar nunca y que ponen en jaque a sus cuatro bienes preciados.
Bandera azul: la Quartararo-dependencia
Con la copa de la victoria en la mano, Yamaha atraviesa uno de sus momentos más complicados, sobreviviendo a base de su punta de lanza y con serios problemas para domar una M1 que parece indomable. Actualmente, la escudería de los diapasones vive una época de dependencia, de entender cuál es el siguiente paso y realizar un cambio. Yamaha sabe lo que es depender de un piloto y, con la copa de la victoria en la mano, deben echar la vista atrás y resolver su máximo problema y, a la vez, su gran y única alegría, la Quartararo-dependencia.
Bandera roja: la historia se repite y la seguridad vuelve a quedar en jaque
Un incidente múltiple entre los primeros clasificados de la carrera de la categoría intermedia ha sido la parte más negativa de un fin de semana especial. Un charco en la curva 2 del trazado portugués fue el desencaminante de una de las imágenes más impactantes de todo el fin de semana. Caída múltiple, uno a uno como una partida de bolos. Este domingo la historia se repetía y la seguridad volvía a depender de un hilo, este domingo el universo ha querido parar la que, sin duda, podría haber sido una gran desgracia.
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