El primer podio de Aleix Espargaró con Aprilia, la quinta victoria de Fabio Quartararo o el error de las Ducati… Estas son las banderas de Motosan al Gran Premio de Silverstone.
Este fin de semana en el paddock de MotoGP ha vuelto a brillar el sol, aunque para algunos más que para otros. ‘El Diablo’ se convertía en más diablo que nunca, sacando toda su artillería pesada y convirtiendo lo irreal en real. Fabio Quartararo se va acomodando un camino que cada vez le dirige más hacia su primera título, con 65 escalones separándole de sus perseguidores y la seguridad del trabajo bien hecho. Mientras tanto en el box de Ducati lamentaban una oportunidad perdida, la irregularidad es su gran talón de Aquiles y cada vez se ve más lejos ver a un campeón vestido de rojo.
Bandera a cuadros: cinco victorias y un golpe sobre la mesa
Nada ni nadie podía impedir que Quartararo saliese victorioso del Gran Premio de Silverstone, con maestría, un dominio de su M1 y un objetivo claro, el francés estaba decidido a subir al podio, a lo más alto, y sin duda subía con 65 puntos de diferencia en su mochila. Fabio Quartararo se encuentra encaminado hacia su primer título en MotoGP y nada le para, cinco victorias, tres podios en doce carreras y la seguridad que solo los grandes campeones pueden tener.
Bandera verde: Aleix Espargaró y Aprilia hacen historia
Después de años de sufrimiento, de dolor, esfuerzo, sacrificio y un sinfín de intentos fallidos, este domingo una Aprilia conseguía subir al podio, por primera vez. A lomos de una moto que hasta hace un año parecía indomable, un piloto que hace tiempo decidía no rendirse, que convertía la frustración en trabajo y que ayer convirtió los malos momentos, las caídas y los malos resultados en el primer podio de la marca de Noale. Aleix Espargaró supo coronarse delante de aquellos que durante las más de 20 vueltas le empujaban, desde la distancia a hacer historia.
Bandera amarilla: rozando la gloria con la yema de los dedos
Mientras tanto, cuando todo parecía tocar fondo, Pol Espargaró conseguía dar ese impulso que necesitaba para continuar respirando, para seguir luchando como el guerrero que durante tantas veces ha demostrado ser. Con un sencillo pero muy trabajado gesto, un símbolo de la perseverancia, ‘Polyccio’ espantaba a sus fantasmas y conseguía dominar uno de sus puntos débiles este año, su primera pole con el Repsol Honda, y de qué manera. Sin embargo, el domingo tuvo un escenario un poco diferente para el catalán, tocó el cielo con sus dedos pero la realidad hizo acto de presencia para regalar al pequeño de los Espargaró una quinta posición, su mejor resultado con estos colores, aunque insuficiente tras haber rozado la gloria con la punta de los dedos.
Bandera azul: ni atisbo de las motos rojas en el podio
No era su circuito, no tenían las armas para luchar pero tocaba sobrevivir. Con el título rondando y acompañando cada uno de sus movimientos, por un momento, supieron aguantar el tipo. Sin embargo, no era el día de las Ducati, cedieron ante un Quartararo imparable y se alejaron de su objetivo.
Bandera roja: el incidente de la carrera
El punto negativo del fin de semana tenía como protagonista al pasado y al futuro de MotoGP, las ganas pudieron con la ambición y la suerte volvió a tener un papel fundamental. Márquez, con su racha de malos resultados vio de nuevo como se escapaba una oportunidad para volver a renacer y Martín que soñaba con seguir repitiendo historia experimentó una parte del deporte que no gusta. Ambos fueron participes del punto negativo del fin de semana aunque demostraron que la rivalidad se queda en la pista y la deportividad volvió a brillar.
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