El hundimiento de Bagnaia.
Este fin de semana se disputa el GP de Indonesia de MotoGP en el circuito de Mandalika, una semana después del GP de Japón, donde Francesco Bagnaia parecía haber renacido habiendo conseguido pleno de victorias en la sprint y en la carrera larga, además de la pole. Sin embargo, en el día de hoy y en todo lo que llevamos del fin de semana, no se ha visto un Pecco nada parecido al del Gran Premio anterior. De hecho, el italiano no pasó el corte de la Q1 esta madrugada y ha salido en decimosexta posición, terminando último en el sprint a más de doce segundos del penalizado Marini y Alex Rins, perjudicado también por una salida de pista. Bagnaia ha hecho unas declaraciones a los medios, donde ha podido estar presente nuestro colaborador Pecino, y se ha mostrado muy frustrado con la situación que sigue arrastrando, a pesar de venir de un muy buen fin de semana.
Pecco Bagnaia no tiene explicaciones claras de lo que le ha ocurrido en Indonesia, donde no se ha encontrado nada cómodo con su moto: «Hace una semana, fui el Bezzecchi de la situación, consiguiendo la pole con el récord y la victoria en el sprint, mientras que hoy, como ayer, me encuentro en la misma situación que antes de los entrenamientos de Misano. No hay forma de empujar, cuando lo intento, me muevo demasiado, me pasé la carrera llegando sin frenos por los virajes y apretando el acelerador en la recta. Intenté llevar la carrera hasta el final y terminé a 13 segundos del penúltimo y a 30 del ganador. Por enésima vez esta temporada, no iba en la moto, sino que me llevaban en brazos«.
De hecho, Bagnaia cree que las malas sensaciones que había recuperado en Motegi, han vuelto a aparecer y siente la moto como en Misano o Montmeló: «Fue un poco como el resto de la temporada, salvo Motegi, siempre es todo lo mismo. Esta carrera se parece más a Barcelona, donde salí 21º, y el resultado es el que es porque la confianza en esa moto no es la que debería ser. Aunque encontramos el equilibrio adecuado en Japón, algo no salió bien«. Sin embargo, Pecco afirma que la moto es igual a la que llevaba en el país nipón, aunque no se siente para nada cómodo en ella: «La moto es la misma en teoría, pero en la práctica no lo sé. Las sensaciones, desde luego, no fueron las mismas«.
Las sensaciones «nulas» de Bagnaia
Y es que Bagnaia no es que tenga malas sensaciones, es que no siente nada encima de la moto y se ve muy desanimado, como él mismo expresa: «No estoy montando en moto, tuve la suerte de correr en Motegi, lo que me ayudó mucho, al menos se disiparon todas las dudas. También me ayudó mentalmente para este fin de semana, ya no tengo que demostrarle nada a nadie. Lo hice una semana, pero es muy frustrante. Confiaba en que podría llegar aquí y correr como en Japón, luchando por los primeros puestos, pero por alguna razón volví a sentirme como en Misano, no sé por qué«.
Además, el bicampeón del mundo y subcampeón la temporada pasada, no entiende el porqué del contraste en un fin de semana al otro, aunque rechaza que sus problemas tengan que ver con algún aspecto técnico: «Iba tan lento que no creo que hubiera ningún problema. En esta situación no siento nada en la moto, no podía frenar ni acelerar, es extraño. No creo que fuera un problema técnico, sino algo que escapaba a mi control«. No obstante, aunque tuviera uno de sus peores días encima de la Ducati, tampoco pensó en abandonar: «Quería llevar la moto a meta porque la situación era como en Austria y me había retirado allí, no es que haya cambiado nada«. «Espero que mañana ocurra algo mágico, si no, volverá a ser difícil. Desafortunadamente, la magia no existe, y no creo que nadie sepa qué hacer, ni yo ni mi equipo«, acaba aclamando Bagnaia.
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