Jorge Martín se acordaba de toda la gente que estuvo a su lado en todo momento, tanto familia como equipo Pramac.
Ayer fue el día de Jorge Martín, cuando se coronó campeón del mundo en el Circuito de Barcelona-Cataluña, algo atípico este año y también solidario por Valencia. El madrileño entraba ayer en la historia de MotoGP consiguiendo el título en tercera posición por detrás de su rival Pecco Bagnaia. Cuando terminaba la carrera empezaba la fiesta, la emoción y toda la celebración para un piloto que ha dado todo de él este año. Así lo declaraba a nuestra compañera Mar Fucho.
Primeras palabras a la prensa tras ser campeón. “Ahora ya han bajado un poco las revoluciones, pero sobre todo emoción, con ganas de celebrar con mi equipo. Ha sido una carrera muy larga, pero estaba preparado para una carrera larga. Me he acordado mucho de mi familia en sus últimas siete o seis vueltas, pero gracias al trabajo mental que he realizado, he podido reenfocarme y ser competitivo”.
“Gracias a toda la gente que me ha apoyado y que se sienta identificado cuando le doy gracias”
Dedicatoria del campeón Jorge Martín. “Va para mi gente, mi equipo, mi familia, mis amigos y toda la gente que me apoya. Como dije el jueves a mí no me iba a cambiar la vida ser campeón, pero la ilusión de ver a mi familia, a mi equipo, todo lo que hemos peleado, los momentos difíciles. Al final te vienen a la cabeza y es cuando mi abuelo, que no está aquí para celebrar, y Rafa, mi abuelo Rafa, pero también mi abuelo Ángel, que sí que está aquí, no está en Montmeló, pero está y lo ha podido ver en persona, así que a mis abuelas, mi tío, así que toda esta familia podría estar diciendo nombres toda la tarde, pero gracias a toda la gente que me ha apoyado y que se sienta identificado cuando le doy gracias, toda esa gente es la que de verdad va aquí”.
Hace 10 años ganaba la rookies, ahora MotoGP. “Nada, al final lo ha hecho perfecto. Ese chaval era más fuerte mentalmente de lo que pensaba. Luego, lo que decía antes, con los años vas cogiendo miedos, vas teniendo mucha información y esto es muy difícil de gestionar. Llegamos a la élite muy jóvenes y es como una caja de bombas, puede explotar por cualquier lado, así que tener esa cabeza, gracias a la educación que me han dado mis padres, he podido saber dónde trabajar y poder llegar aquí”.
Le gusta provocar emoción en su padre en concreto. “Mi padre no es alguien que llore mucho y me gusta hacerle llorar, la verdad. Cuando le hago llorar es cuando es de verdad. O sea, mi padre. La figura principal, pero igualmente mi madre, la han sufrido ambos. Ambos han sido los que han estado sufriendo para hacerme seguir cuando no tenía ni idea de lo que era una crisis, cuando no tenía ni idea de lo que era estar en el paro, el seguir luchando, peleando mi familia, mi tío, mis abuelos. Al final, es todo mi familia más cercana, pero luego mi equipo, Pramac, se lo merecen más que nadie. Estoy agradecido de no haberme ido a ningún sitio porque lo he ganado con ellos y son los que se lo merecen y esto se lo van a llevar para toda la vida”.
“Mi padre no es alguien que llore mucho y me gusta hacerle llorar”
Martín se sincera sobre Ducati. “He dicho dudas, pero al final Ducati nunca me ha defraudado. Al final, han hecho otra edición. Esto no lo puedo controlar, me centro en lo que puedo controlar, que es pilotar la moto, pero a nivel técnico siempre han dado mi apoyo cuando he necesitado consejo allí, incluso hoy. Antes de la carrera le he dicho ‘Gigi, no sé qué hacer con la rueda de atrás, por favor, ayúdame’. Ha venido el box y hemos hablado un rato. Hasta en el momento más crítico que dirías ‘Igual ni me responde y me deja en visto’. Ha venido a ayudarme. Al final, nunca me han defraudado. Ducati ha confiado en mí, me han puesto en la mesa contratos increíbles y una pena no haber cerrado este ciclo, pero estoy muy feliz por lo que viene”.
No es fácil subir a MotoGP y llegar a lo más alto. “La vida de un deportista de élite es fácil, pero la presión, los miedos, todo aumenta. Desde fuera dices ‘un chaval joven, le va bien, lo tiene todo’, pero al final está claro que hay situaciones, hay que relativizar, hay situaciones muy difíciles, hay cosas en la vida como lo de Valencia, que es durísimo, pero al final cada uno tiene sus problemas y siendo piloto tan joven tienes muchos miedos y esto hay que saber llevarlo”.
“La vida de un deportista de élite es fácil, pero la presión, los miedos, todo aumenta”
¿Eres consciente del trabajo que ha hecho Aleix Espargaró? “No he visto la carrera, pero sé que Aleix es gran parte de esta victoria. No solo hoy, desde que yo era un niño, desde que me ha ayudado yendo a entrenar cuando no tenía moto para entrenar. Me daba mucha tranquilidad ver ese 41 en la pizarra, ver ese 41 a 0.3, 0.4, sabía que tenía un aliado, no te voy a engañar, sabía que tenía un aliado, prefiero ver un 41 con 23. Y esto lo tengo clarísimo. Y Aleix se merece este título y es parte de mi equipo, así que estaré siempre al alcance”.
¿El dorsal 1 a Aprilia? “No, aún no. Está claro que será una decisión fácil, pero prefiero disfrutar de momento. Esto ya lo definiré más adelante”.
Su rival, Pecco Bagnaia, que ha estado luchando hasta el último momento. “Pecco es una persona increíble. Dentro del ‘paddock’, creo que es de admirar el respeto que nos tenemos ambos. Me hace mejor cada día, porque que Pecco haya hecho 11 victorias, que vaya tan rápido, me hace llevarme a mi límite y espero yo a él también llevarle a su límite. Creo que es una historia bonita que ambos compartíamos habitación. Éramos niños y ahora estamos ganando mundiales”.
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