Jorge Lorenzo recuerda la controvertida temporada 2015 de MotoGP y la tensión entre Rossi y Márquez.
La temporada 2015 de MotoGP sigue siendo recordada como una de las más intensas y polémicas de la historia del motociclismo. Aquel año no solo destacó por las emocionantes carreras dentro de la pista. Sino también por los episodios de tensión que se vivieron entre algunos de los pilotos más destacados del campeonato. El foco de la polémica estuvo centrado en la relación entre Valentino Rossi y Marc Márquez. Esta comenzó a fracturarse desde la primera cita en Argentina y que terminó por explotar en el Gran Premio de Malasia.
En ese contexto, Jorge Lorenzo se coronó campeón del mundo de la categoría reina por tercera vez en su carrera, tras sus títulos de 2010 y 2012. El piloto balear logró imponerse gracias a un rendimiento constante a lo largo de toda la temporada, asegurando numerosas victorias y pole positions. Lorenzo ha reflexionado recientemente sobre aquella campaña en una entrevista concedida al diario italiano Corriere della Sera. Ofreció su visión sobre los conflictos que marcaron aquel año.
«Marc va a por la victoria aunque sea a costa de hacerse daño»
El mallorquín comparó a Rossi con Márquez, destacando la determinación y el estilo de competición de ambos: «Valentino es un campeón completo, muy inteligente. Ambos dispuestos a todo para ganar, con una diferencia. Rossi, si entendía que no tendría posibilidades de lograrlo, terminaba segundo o tercero. Mientras que Márquez va a por la victoria igualmente, aunque sea a costa de arriesgarse a hacerse daño«. Con esta reflexión, Lorenzo pone de relieve la diferencia en la mentalidad de los pilotos durante las carreras y cómo eso influyó en la dinámica de la temporada.
Sobre los episodios más controvertidos de 2015, Jorge Lorenzo señaló que la tensión entre Rossi y Márquez comenzó en Argentina, tras un incidente que provocó la caída del piloto español. «Entre Valentino y Marc el problema nació en Argentina cuando, tras una colisión, Márquez cayó. Su relación cambió. Quizá Valentino podría haber eliminado la tensión justo después de la carrera, con un simple gesto diplomático. No ocurrió y el propio Márquez dijo que, a causa de aquella colisión, no ayudaría a Rossi a ganar el Mundial. Me beneficié de esa guerra«, recordó Lorenzo, evidenciando cómo los conflictos entre rivales pueden influir en los resultados finales del campeonato.
«No se recuerda que muchos italianos echaron una mano a Valentino»
El desenlace de la temporada se vivió en el Gran Premio de la Comunitat Valenciana, última cita del calendario de 2015, donde Lorenzo aseguró su quinto título mundial. Respecto a esa carrera, el piloto español explicó: «Más que ayudarme a mí, creo que Márquez decidió no facilitarle las cosas a Rossi. Pero hay que ser objetivos, muchos pilotos italianos como Petrucci, Dovizioso o Iannone echaron una mano a Valentino dejándolo pasar fácilmente, aunque este aspecto no se recuerda. Siempre se dice que Márquez no quiso ganar aquella carrera, pero había muchos factores en juego. Por ejemplo, creo que la maniobra de Valentino en Malasia, cuando empujó fuera de pista a Marc, en condiciones normales habría supuesto una bandera negra, una descalificación. No quiero crear polémicas. Estoy diciendo que, si queremos zanjar la cuestión, es necesario considerar cada punto de vista».
El relato de Lorenzo permite comprender mejor la complejidad de aquel año en MotoGP, marcado no solo por la competitividad en pista, sino también por los conflictos personales y estratégicos que influyeron en el desarrollo del campeonato. Su testimonio aporta claridad sobre cómo los movimientos de cada piloto afectaron al desenlace final, y refuerza la idea de que las carreras no solo se ganan en velocidad, sino también en estrategia y gestión de relaciones dentro del circuito.
La temporada 2015 seguirá siendo un capítulo emblemático del motociclismo moderno, recordado tanto por los apasionantes duelos en pista como por los desencuentros que protagonizaron algunos de los nombres más importantes de la categoría. Jorge Lorenzo, al rememorar esos momentos, no solo reafirma su legado como campeón, sino que también ofrece una perspectiva más equilibrada sobre un año que dejó huella en la historia de MotoGP.
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