Cuando Marc Márquez habla, lo hace con toda franqueza, mostrándose como es y eso hizo que en Le Mans hablase con naturalidad un tema de vital importancia a resolver.
Viernes por la tarde de Le Mans y Marc Márquez atiende a la prensa. Había sido un buen día para él ya que tras los dos entrenamientos libres, había conseguido meterse entre los 10 más rápidos, lo que le daba acceso directo a la Q2, donde conseguiría un buen lugar en la primera fila de la parrilla para las carreras del fin de semana.
Entre las muchas declaraciones que tuvo que hacer a la prensa, habitual en un piloto como él, dejó unos comentarios que aunque en aquel momento no tuvo mucha repercusión, habría que analizar: “En la caída de la tarde, cuando he pasado por la recta, era P8. Así que he seguido apretando. Y me he dicho que tenía que intentar el tiempo porque así podría estar en la Q2, pero que, si no, sacarían bandera amarilla y los demás no mejorarían“ – Haciendo referencia a una posible caída por su parte como finalmente ocurrió.
Hay que recordar que hace no tantos años, no ocurría nada cuando un piloto caída mientras se ondeaba bandera amarilla, pero que en aras de mejorar la seguridad, durante la última década se ha empezado a sancionar. La decisión de ser tan estricto es porque cuando hay bandera amarilla en pista, quiere decir que estamos en una situación de peligro, con algún piloto caído, que puede estar incluso en la trazada, así como comisarios retirando la moto.
De tal forma desde 2020 se estableció la norma que durante los entrenamientos, los pilotos que pasaran por un sector con bandera amarilla les sería anulada la vuelta, haciendo que de esa forma bajen su ritmo sí o sí, por seguridad, ya que esa vuelta no le contaría para hacer el tiempo. De hecho, si un piloto se cae en entrenamientos, mientras se ondea la bandera amarilla, es sancionado normalmente con una “Long Lap” y eso mientras que no ocurra nada grave en el incidente.
Esta regla de anular las vueltas de todos los pilotos que pasen por un sector, cuando hay bandera amarilla, tiene su picaresca y Marc Márquez la ha puesto sobre el tapete con su comentario. ¿Y si a un piloto le interesara caerse para que sus rivales ya no pudieran mejorar su tiempo? Si estás en la pole y tu rival está el último, te caes en el último ataque al crono, sacan bandera amarilla y ya nadie puede mejorar… ¿Está bien esa regla o debería sancionar al que crea la situación?
Porque está claro que esta decisión de anular vueltas por bandera amarilla tiene una premisa principal, que es la seguridad y es algo innegociable. Pero ahora cabe valorar que alguien puede usar esa regla en su favor, aprovechándose para sí mismo de una situación injusta, como es permitir que tus rivales no tengan la oportunidad de mejorar su tiempo en su último intento.
Si echamos un ojo a otras competiciones del mundo y cómo escriben la normativa en este aspecto, nos encontramos el ejemplo de la IndyCar, que elimina las dos mejores vueltas del piloto que ocasiona un accidente. Una opción para que el clasificatorio de MotoGP fuera más a todo o nada como pasa en carrera, e impidiera esta controvertida situación, podría ser esa: que el piloto que cae en la última vuelta lanzada impidiendo a los demás mejorar, sea desposeído de su vuelta más rápida. Así se acabaría el “truco” de caer queriendo para que salga la bandera amarilla.
Seguramente no seamos los indicados para decidir cómo habría que retocar esta norma de las banderas amarillas durante los entrenamientos, pero sin duda la picaresca ha entrado en juego y Marc Márquez la ha revelado ante todos. Ahora cualquier piloto puede estar en entredicho si está bien posicionado en la tanda y cae en la última vuelta, perjudicando al resto. Dorna y la FIM deben sentarse a analizar este tema y tomar una decisión cuanto antes.
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