
Marc Márquez: un año para la historia en Cervera
Marc Márquez ha vivido una temporada que quedará grabada en su memoria y en la de su familia. El 9 veces campeón del mundo reflexiona sobre un año único, lleno de emociones, aprendizaje y momentos que difícilmente se repetirán. Para Márquez, lo más especial no ha sido solo sumar victorias o títulos, sino compartir esta experiencia con su hermano Alex en la máxima categoría del motociclismo, un hecho inédito que describe como “difícilmente volverá a pasar”.
El piloto de Cervera reconoce que la temporada ha sido un cúmulo de sensaciones extraordinarias, desde el primer podio en Tailandia hasta la celebración en Misano, y que cada momento vivido junto a su familia y amigos tiene un valor incalculable. Y así nos lo trasladaba nuestra compañera Mar Fucho, trasladada a Cervera.
La fuerza de Cervera y la familia
“¿Qué significa? Significa muchísimo, sobre todo lo que ha sido para nosotros y lo que es Cervera, donde está toda la familia, todos los amigos”, asegura Marc. La ciudad que lo vio crecer ha sido testigo de cada triunfo y cada emoción, convirtiéndose en un escenario emblemático para celebrar logros y compartir la felicidad con quienes siempre han estado a su lado.
Sin embargo, Márquez también reconoce la dificultad de atender a todos los seguidores que acuden a celebrarlo: “Muchos han gastado los ahorros del mes para venir a Cervera. Es imposible atender a todos, pero intento transmitirles energía y felicidad, sobre todo a quienes tienen dificultades, para darles un momento de alegría”.
La rivalidad que une: Marc y Alex
Uno de los elementos más singulares de esta temporada ha sido la presencia de Alex Márquez como principal rival de Marc. “Al principio me costaba creer que mi rival fuera mi hermano, pero fue así hasta que se lesionó a mitad de temporada. Hasta ese momento, me obligó a mantener un nivel altísimo y a tomar decisiones hasta el final”, explica.
Marc enfatiza que, lejos de tensar su relación, la rivalidad con Alex los ha unido más que nunca: “Una rivalidad en pista puede afectar en casa, pero no fue nuestro caso. Nos hemos ayudado y apoyado más que nunca, y eso es algo que valoro muchísimo”.
Momentos espontáneos: la celebración en Misano
Marc Márquez siempre ha defendido que los grandes momentos surgen de manera natural, sin planificarlos. Así ocurrió en Misano: tras lo sucedido el sábado, decidió saltarse el protocolo en la gala de premios y subir al escenario para compartir el momento con sus padres. “Vi a mi padre llorando, a mi madre emocionada y me salió de dentro. No estaba planeado, pero era lo que debía hacer en ese instante”, comenta. Para él, esas celebraciones espontáneas son las que permanecen en la memoria y se recuerdan con más cariño.
Aprendizajes y energía positiva
Más allá de las victorias, Marc Márquez destaca la importancia de los aprendizajes y de transmitir energía positiva a los demás. La temporada no solo ha sido una lección deportiva, sino también personal: valorar la familia, la ciudad que lo vio crecer y la relación con su hermano. “Lo que me llevo son las experiencias vividas y la certeza de que la rivalidad nunca nos separó, sino que nos fortaleció”, concluye.
Reflexión final: un año irrepetible
Para Marc Márquez, este año ha sido mucho más que un campeonato: ha sido un cúmulo de emociones compartidas, rivalidades sanas, celebraciones auténticas y aprendizajes que marcarán su vida y su carrera. La historia de Cervera, de los Márquez y de toda su familia quedará para siempre como un ejemplo de cómo el deporte puede unir y motivar, más allá de los resultados y los títulos.
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