Marc Márquez terminó sexto en el Gran Premio de Las Américas tras una gran remontada, mejora en su confianza y con puntos positivos para mejorar la Honda.
La carrera de Austin supuso un antes y un después en la mentalidad de Marc Márquez, el piloto de Honda llegaba tras dos semanas de parón por culpa de la diplopía y muchas incógnitas por resolver. Lo cierto es que el fin de semana no fue fácil, la clasificación fue el primer reto al que se enfrentó, con algunos problemas, pero consiguiendo salir desde la novena posición. La carrera fue una nueva historia, un problema en la salida le hizo partir último, remontada y finalmente sexta posición. Llegaba con la expectativas de disfrutar y volver a subirse a una moto y se iba con la confianza necesaria para afrontar las próximas citas.
Lo cierto es que a pesar de que el catalán no termina de adaptarse al 100% a la nueva Honda la carrera del Gran Premio de Las Américas parece haber sido el punto de partida que solucione los problemas. “El domingo hice todos los adelantamientos en las zonas de frenada. La moto se comporta muy bien en las frenadas. Pero girar es difícil, además de que no es fácil entender por dónde hay que meter el neumático delantero. Nuestra moto es exactamente lo contrario que el año pasado. Por eso, en Texas rodamos con una configuración completamente diferente a la de octubre“, comentaba en unas declaraciones a Speedweek.com.
Cambios en la Honda
A pesar de ello aun queda mucho trabajo por hacer en la Honda. “Hice algunos cambios de puesta a punto el sábado en COTA que resultaron ser una mejora. Por eso tenía la velocidad para ir del 4º al 6º puesto en la calificación. Los otros pilotos de Honda probaron esta puesta a punto el domingo en el calentamiento, les gustó. Es importante que a los demás también les guste lo que a mí me gusta. Pero tenemos que seguir presionando. Se lo he dejado claro a los técnicos de Honda en Estados Unidos“.
El tren delantero es uno de sus puntos débiles y uno de los causantes de los incidentes dentro de la escudería. “Fue consecuencia de uno de nuestros puntos débiles. Cuando la moto empieza a temblar, este temblor no cesa. Solía agitarse brevemente y luego se acababa. Ahora no se detiene. Lo has visto bien en la curva 10. La moto temblaba hasta que llegué al piano. Tenemos que investigar la causa de este comportamiento“.
Para Marquez ni las caídas, ni los incidentes le van a parar. “He aprendido que en el Mundial hay sorpresas todo el tiempo. No se puede predecir el equilibrio en ningún GP. Nadie sabe antes de un fin de semana si puede ganar o al menos terminar entre los cinco primeros. Nadie tiene idea de en qué pista puede terminar como máximo entre los 10 primeros. Tienes que aceptar dónde estás durante el fin de semana. Pero, por supuesto, tengo el objetivo de acabar en el podio en todas las carreras, así que voy a arriesgarme y meterme en el juego. Pero en Texas no hubo oportunidad de ir a por un podio“.
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