Marc Márquez y el reencuentro con Borgo Panigale tras un año límite
Marc Márquez no podía faltar a las tradicionales celebraciones de final de temporada en Borgo Panigale. El campeón del mundo, protagonista absoluto de un curso para el recuerdo, regresó a la casa Ducati después de tres meses marcados por la lesión y la rehabilitación, pero también por la satisfacción de haber vuelto a lo más alto del motociclismo mundial. Su presencia no fue solo simbólica: fue la confirmación de un camino lleno de decisiones difíciles, paciencia y convicción.
“Estoy mucho mejor”, explicaba Marc con sinceridad para GPONE. Doce semanas después de la lesión, el piloto de Cervera afronta el momento más esperado: volver a subirse a una moto. No habrá vacaciones reales para él. “Esta semana volveré a pilotar para recuperar sensaciones. Para mí es más fácil aceptarlo, pero para Gemma, mi novia, es más complicado”, decía entre risas. Tras un noviembre duro, tanto mental como físicamente, Márquez cerró definitivamente la temporada 2025 con la vista puesta en 2026, sabiendo que el trabajo real empieza ahora.
Rehabilitación, dudas y aprendizaje: la paciencia como arma
El proceso no ha sido sencillo. Marc reconoció que las dudas le acompañaron hasta el final, pero las revisiones médicas fueron tranquilizadoras: el hueso ha soldado correctamente y el ligamento está en su sitio. “No estoy al 100%, pero sí lo suficiente para empezar al 70 u 80%”, apuntó. Ese primer paso es clave después de otro golpe en el hombro derecho, una zona marcada por múltiples intervenciones desde 2020.
A nivel psicológico, el impacto fue fuerte. “Tener que repetir lo mismo que he hecho cuatro veces desde 2020 es muy exigente”, admitía. Jornadas de rehabilitación que empezaban a primera hora de la mañana y terminaban al anochecer, con avances y retrocesos constantes. Ahí, Marc encontró una lección que trasladó directamente a la pista: la paciencia. “Aprendí a aceptar que no todos los días se mejora, y esa calma me ayudó también este año cuando estaba pilotando”.
De Gresini a Ducati oficial: el camino hacia la moto adecuada
Al recordar su trayectoria reciente, Márquez fue claro al explicar que nada fue casual. “Tuve que renunciar a muchas cosas y trabajar incluso más de lo esperado”, reconocía. Su paso por Gresini no fue un simple paréntesis, sino un año clave para reencontrarse con Alex, entender el paddock desde otra perspectiva y, sobre todo, confirmar qué moto necesitaba para volver a ganar.
“Ese año fue importante para poder unirme al equipo de fábrica”, explicó. Si en 2024 sintió lo que era ser un ‘Gresinista’, ahora asegura comprender plenamente lo que significa ser un ‘Ducatista’. La acogida por parte de figuras clave como Tardozzi, Grassilli o Dall’Igna marcó la diferencia desde el primer día. “Me sentí a gusto enseguida, y eso también cuenta. Un piloto feliz es un piloto rápido”.
Decisiones clave: Japón, la cuarta operación y el punto de no retorno
Al echar la vista atrás, Marc identifica momentos muy concretos que cambiaron su carrera reciente. El primero, la decisión de dejar Honda tras el GP de Japón de 2023. “Dejé un equipo que me lo había dado todo, con amigos que aún conservo, para irme a Gresini cuando faltaban solo cuatro carreras. Normalmente un equipo no espera tanto, y eso ya fue un punto clave”.
El segundo gran momento llegó con la cuarta operación en el brazo. A pesar de que para una vida normal la situación era aceptable, no lo era para pilotar una MotoGP. “Fui a Estados Unidos para volver a fracturarlo y enderezarlo. Asumí ese riesgo, y todo lo que vino después fue consecuencia de esa decisión”, explicó con franqueza.
Mirando al futuro: salud, Ducati y el horizonte 2027
Tras ganarlo todo, Marc no pide trofeos ni títulos bajo el árbol de Navidad. “Solo pido salud. Todo lo demás hay que trabajarlo”, afirmaba. Durante la celebración del título en Japón también tuvo la oportunidad de cerrar una etapa con Honda, aunque no descarta nada a largo plazo. Con el cambio de reglamento previsto para 2027, el escenario está completamente abierto.
“Ahora tenemos la moto más rápida, y eso es lo más importante”, señalaba. Ducati es el lugar donde puede ser competitivo hoy, pero el futuro requerirá análisis y decisiones. Cuando se le preguntó cuánto tiempo le gustaría quedarse, fue sincero: “No lo sé. Diría un ocho. Estamos trabajando para ganar y todos quieren hacerlo, y eso es clave”.
Marc Márquez vuelve a sonreír, pero no desde la euforia, sino desde la convicción de quien ha aprendido a reconstruirse. Y esa, quizá, ha sido su mayor victoria
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