Luca Marini ha hecho balance de su primer año con Honda.
Luca Marini cierra su primer año como piloto del Repsol Honda. Un año complicado en el que el italiano ha trabajado en el desarrollo de la moto más que por lograr resultados. A pesar de todo, Marini se muestra optimista con los avances de la marca del ala dorada. El de Tavullia hizo balance de esta temporada en una entrevista a GPOne durante el EICMA.
El piloto cierra este año “muy contento y satisfecho con el trabajo realizado”. Precisamente, encontrarse ante un reto como el de Honda, le ha hecho evolucionar. “Creo que he crecido mucho como piloto y como persona; y me siento líder de este proyecto, con una responsabilidad importante sobre mis hombros”, contaba.
Marini es optimista con respecto al futuro de la marca japonesa. “Hay una visión muy clara del futuro. Todos esperamos un gran paso adelante en el rendimiento, pero luego habrá que verlo en los resultados de carrera. Porque ya es un reto pasar de acabar 15º o 12º en los puntos a estar entre los ocho primeros. Y una vez entre los ocho primeros, es aún más difícil estar entre los tres primeros. Pero vamos a intentar alcanzar este objetivo lo antes posible”, contaba.
De hecho, el piloto considera que la Honda actual es “mucho más equilibrada que la que probé por primera vez”; a pesar de que aún falta trabajo por hacer. “Estando en el equipo oficial de Honda, puedo decir que las cosas han cambiado en comparación con años anteriores. No se habla mucho de este gran cambio que se está produciendo, pero se puede sentir desde dentro. Las cosas se están acelerando y mejorando. Hay un gran compromiso por parte de los japoneses, pero también de todos los ingenieros europeos, que están haciendo un gran trabajo. Aunque llevará algún tiempo”, ha afirmado.
“Es imposible revolucionar el proyecto de un año para otro”
De cara al test de Barcelona, no espera una gran diferencia con respecto a la moto actual. “No creo que sea una moto completamente nueva, porque en el MotoGP actual es imposible revolucionar el proyecto de un año para otro. Creo que será simplemente una evolución de lo que tenemos. Puede que haya un chasis y un basculante, pero la prueba más importante será el motor. Intentaremos tener un motor mejor la próxima temporada porque es lo que puede marcar la diferencia”, ha explicado.
El italiano hablaba también del ‘legado’ de Marc Márquez en Honda. “En el último año Marc ya no era tan rápido e incluso no pudo rendir bien con el último prototipo que trajeron. Después de la lesión ya no era el mismo y la moto hizo un gran cambio entre el año pasado y este . Así que mirar datos antiguos a veces no te aporta nada positivo”.
Un año después de su decisión de fichar por Honda, Marini no se arrepiente. “Todo sucedió muy deprisa y, sin duda, hubo muchos puntos de vista diferentes y contradictorios. Pero al final uno hace lo que siente y piensa que es mejor para sí mismo y su futuro. Creo mucho en este proyecto y pienso que ser el líder de un fabricante ocurre pocas veces en la vida de un piloto. Y poder hacerlo con Honda es aún más valioso. Sé que el momento actual es difícil, pero el objetivo de todos es volver a ganar y me gustaría estar en esa moto cuando suceda”, finalizaba.
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