Luca Marini se ha mostrado ambicioso y optimista tras su primer test como piloto oficial del Repsol Honda.
El fichaje de Luca Marini por el Repsol Honda fue una de las grandes sorpresas de cara a la temporada 2024. En un momento en el que prácticamente todos los pilotos de la parrilla quieren pilotar una Ducati, el italiano hizo el movimiento contrario: dejó una moto ganadora para marcharse al fabricante con más dificultades en las últimas temporadas. El reto además es doble. No sólo tendrá que trabajar en el desarrollo de la moto para llevar a la marca del ala dorada de nuevo a lo más alto de la tabla; también tendrá que ocupar el lugar de Marc Márquez en el equipo japonés.
Aún así, pesó más el sueño de formar parte de un equipo oficial. Además, Marini tendrá un contrato de dos años con la fábrica nipona; a pesar de que desde el Repsol Honda buscaban a un piloto para sustituir a Márquez tan sólo por un año, ya que la mayoría de los pilotos terminan sus contratos en 2024. No obstante, la apuesta por el italiano parece la acertada, ya que es un excelente desarrollador.
En su primera toma de contacto con la marca del ala dorada durante el test en Valencia, Marini cerró el Top10 de la tabla. Lo hizo además con unos tiempos muy similares al de la clasificación del Gran Premio de Valencia el fin de semana anterior. Un resultado del cual habló en una entrevista concedida a La Gazzetta dello Sport.
«Quería estar a la altura de Pecco y Martín para demostrar mi valía en la pista»
A pesar de los problemas que aún arrastra la marca, las primeras sensaciones del piloto no fueron del todo negativas. «Definitivamente le falta algo de agarre a la salida de las curvas y a la entrada, algo de tracción, aceleración, debido a no sé qué factores. Pero parece una moto bonita, divertida de pilotar, con una gran entrada en curva«, explicaba. Desde HRC, apuntaron que el piloto fue muy preciso y analítico en sus comentarios sobre la moto.
El italiano dejó el equipo de su hermano Valentino Rossi; una decisión complicada pero que le aceerca un poco más a su objetivo. «Es un último paso que hacía falta. Es mi proyecto. Ir a un equipo oficial era mi sueño y mi objetivo, para mí es algo muy normal. Ser hermano de Valentino Rossi no cambia nada para mí«, contaba.
Esta decisión, además, está orientada a que Marini pueda demostrar todo su potencial. «Me siento un piloto fuerte, quería estar a la altura de Pecco y Martín para demostrar mi valía en la pista. Pero todo está relacionado con los resultados, cuanto más arriba estás en la clasificación más te ayuda Ducati. Este año, por culpa de la mala suerte y también de mis errores, no he terminado donde quería, acabar entre los cinco primeros habría sido un resultado importante», finalizaba.
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