
El mercado de fichajes de MotoGP está en plena efervescencia tras los últimos anuncios.
La llegada de Jorge Martín a Aprilia en calidad de piloto con el que buscan asaltar el título monopolizado en las últimas temporadas por su archirrival Ducati, ha dejado en evidencia a Maverick Viñales. Desde Aprilia probablemente dirán que con Jorge y Maverick tienen dos pilotos para aspirar a ganar el Mundial, pero es evidente que su punta de lanza será el actual subcampeón del mundo de MotoGP y actual líder de la provisional. Y es que en sus tres años en la casa de Noale, Viñales no ha terminado de demostrar ser una aspirante al título.
¿Que la moto no estaba o no está lista para desafiar la Ducati? Probablemente le haya faltado, sí, pero Viñales fue testigo de cómo del otro lado de su box su compañero de equipo, Aleix Espargaró, sí estuvo hace un par de temporadas en la pelea por el título hasta unos GGPP del final de temporada. A Maverick no se le ha visto en esa situación en ningún momento. Todo el que entiende de motos concuerda que el talento de Maverick para pilotar una moto es supremo -ha ganado carreras en MotoGP con tres marcas diferentes-, pero ese don no se materializa en resultados por una irregularidad endémica.
La llegada de Jorge Martín, acompañada de un esfuerzo económico sin precedentes por parte del Gruppo Piaggio, casa madre de Aprilia, es otra prueba del status que tendrá el piloto madrileño en su nuevo equipo. Un status que, me imagino, Viñales esperaba para sí una vez que Aleix Espargaró se retirara como piloto en activo a final de temporada. Fichar a un primerísima espada ha sido una señal de que no confiaban en él para ganar el Mundial de MotoGP.
Viñales siempre ha corrido como piloto de fábrica en MotoGP
En Mugello el pasado fin de semana, antes de conocerse la llegada de Martín a Aprilia, Viñales repitió que su continuidad en el actual equipo «ya se verá», dejando la puerta abierta a un nuevo cambio de aires. Hay que recordar que Maverick llegó a MotoGP en 2015 de la mano de Suzuki, para pasar después al equipo oficial Yamaha y de ahí al equipo oficial de Aprilia. Es decir, en sus diez temporadas en MotoGP, siempre ha corrido con status de piloto de fábrica.
Las especulaciones sobre el futuro de Maverick le han situado en las filas del equipo oficial de Honda junto a Luca Marini, como sustituto de Joan Mir. Un destino deportivamente muy difícil en estos momentos, pero que de imaginar que vendría acompañado de un contrato bien retribuido, que a sus 29 años podría significar eso que se llama ‘el último gran contrato’. Conociendo a Viñales, nunca ha sido un piloto que ha puesto por delante los dineros al aspecto deportivo, no veo que Maverick se fuese por ‘el sueldo’ a Honda… pero quién sabe, las personas cambian.
Viñales quiere ser el ‘cuarto hombre’ en KTM
Tiene mucho más sentido el acercamiento, los contactos, el movimiento, o llámese como se quiera, de Viñales a KTM interesándose por la posible moto que quede libre en GasGas. Si damos por bueno la salida a final de año de Jack Miller y Augusto Fernández de KTM, efectivamente queda libre una de sus RC16. Binder y Acosta pilotarán dos con los colores de KTM; Enea Bastianini lo hará con Gas Gas o la marca que el conglomerado Pierer crea oportuno. Viñales quiere ser el ‘cuarto hombre’ allí.
¿Y qué dicen en KTM? De momento decir, no dicen nada. En KTM a quién estaban esperando, a quienes habrían acogido con los brazos abiertos costase lo que costase, era a Marc Márquez o Jorge Martín. Enea Bastianini tampoco les interesaba especialmente, pero el italiano se les ofreció a precio de rookie. Así pues, no sé si KTM tiene interés en unir a su proyecto a un piloto con el perfil de Viñales. Y como con la actual alineación 2025 bien cubierta, se puede permitir esperar a evolución de la temporada para tomar una decisión, no vaya, por ejemplo, a darse una situación como la de Di Giannantonio del pasado año.
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