El italiano protagonizó acciones muy polémicas con tal de evitar que el español le arrebatara el título aunque no tuvo éxito
En la última carrera de la temporada de 1999, que se disputaba en Buenos Aires, Marco Melandri y Emilio Alzamora se jugaban el título de campeón del mundo de la categoría de 125cc. El español mantenía el liderato por solo seis puntos así que un segundo puesto le valía.
La verdad es que Melandri era un piloto muy joven de tan solo 17 años y le costó mucho poder encarrilar buenos resultados. Eso lastró sus opciones. Por otro lado, Alzamora no había conseguido una sola victoria en todo el Mundial pero aún así, con cinco segundos puestos y cinco terceros, consiguió alzarse con el título. El italiano arrastró la primera mitad de año porque al final consiguió cinco victorias que no le sirvieron.
“Yo venía de una temporada muy complicada. Me perdí la primera carrera por una lesión estúpida. Cuando volví a la tercera carrera, recortando los plazos, aún tenía dolor en la muñeca que me rompí y me dejaron KO en la última vuelta cunado estaba noveno. Así que aún estaba tocado en mitad de temporada, fue muy complicada”, recuerda para Corriere dello Sport.
El inicio de la carrera parecía perfecto para Melandri que se escapaba con Cecchinello dejando atrás a su rival por el título. No obstante, una caída de su compatriota provocó que Marco llevara a cabo unas acciones muy polémicas para poder hacerse con su tan ansiado título. Incluso el propio Melandri admite que estaba fuera de lugar.
“En Buenos Aires las cosas estaban yendo bien. Me las apañé para coger el liderato con Cecchinello segundo y conseguimos un poco de margen respecto al tercero. Estaba contento y convencido de llegar a la línea de meta así pero desafortunadamente Lucio se cayó y a tres vueltas del final apagué mi cerebro. Me sentí robado de un campeonato que sentía mío. La única cosa que podía probar, con Alzamora segundo, era frenarle y cualquiera que estuviera detrás lo alcanzará y adelantará. Así que hice todo lo que me pasó por la cabeza. Vamos a decir que no fueron mis maniobras más bonitas. Cuando te ocurre algo como eso, te hace pensar durante los años siguientes”.
Ya con mas tiempo para reflexionar y con mucha menos adrenalina los dos pilotos tuvieron la oportunidad de intercambiar sus puntos de vista y esa carrera polémica se quedó en eso. A final Alzamora, fue campeón del mundo. El último en lograrlo sin una sola victoria a lo largo de una temporada.
“Realmente, al final de la carrera, no fui a felicitar a Alzamora, habiendo ganado yo cinco carreras y él ni tan solo una. Estaba enfadado también con cosas que pasaron a lo largo de la temporada y con él como protagonista. Por la noche, después de unas horas, me fui a hablar con él un rato”, zanjaba Melandri.
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