Con cuatro victorias en lo que va de temporada -tres de Quartararo y una de Viñales-, Yamaha va camino de un nuevo título mundial, aunque todavía falten muchas carreras por disputarse. Sin embargo, el nivel de su piloto español no es el esperado y, por ello, han tenido que tomarse decisiones, tal y como apunta Meregalli en Speedweek.
A diferencia de la crisis que vive Honda este temporada, Yamaha es la otra cara de la moneda en esta temporada actual del Mundial de MotoGP. El pasado 2020, la marca de los diapasones ya dio un golpe sobre la mesa al ganar siete carreras, aunque una sanción de 50 puntos por unos propulsores usados en Jerez les dejó sin título mundial al final de temporada, cayendo la balanza sobre el lado de Ducati. Mientras, el título de piloto y equipo campeón se lo llevaba Suzuki, con Joan Mir como vencedor y solo una victoria en todo el año -que, de hecho, fue la clave para llevarse la corona-.
Sin embargo, Yamaha no quiere volver a pasar por lo mismo. Fabio Quartararo sigue siendo la gran joya de la marca japonesa, ahora en el equipo oficial tras el paso de Valentino Rossi al Petronas. Desde su llegada al box del Monster Energy, el francés ya ha conseguido tres victorias en las primeras siete citas (Qatar 2, Portimao y Mugello), igualando el número de triunfos que sumó en 2020. Y todavía queda mucho por delante. Además, el francés acabó entre los tres primeros en Cataluña, pero dos sanciones (por recortar en una curva y otra de otros 3 segundos por rodar con el mono abierto), le hicieron bajar hasta la sexta posición de la parrilla de salida.
Yamaha espera más de Viñales
Además de la racha de Quartararo, Yamaha sumó la primera victoria de la temporada con Maverick Viñales, en la primera cita de Qatar. Sin embargo, con el paso de las carreras, la presencia del español ha ido pasando a un segundo plano, tapado por el gran nivel del líder del mundial. El de Roses marcha cuarto en la clasificación general, a 44 puntos de su compañero de equipo y con un ritmo muy lejano a lo que el piloto galo ha ido demostrando en estos primeros meses de competición. Por ello, Yamaha quiso tomar cartas en el asunto y decidió cambiar el jefe de equipo de Viñales, colocando a Silvano Galbusera en el lugar de Esteban García. Y así lo relato Massimo Meregalli, team manager dele quipo, a SpeedWeek.com:
«Un cambio en el puesto de jefe de equipo en mitad de la temporada no es algo fácil de hacer. Un piloto de alto nivel como Maverick representa una gran inversión para nosotros. En las semanas previas al GP de Catalunya, su rendimiento no estuvo a la altura de lo que esperábamos. Entonces tuvimos una discusión interna y acordamos juntos que cambiaríamos al jefe de equipo, porque todos sabemos que Maverick tiene un gran potencial. Es una cuestión de cómo hacerlo mejor con él. Se eligió a Silvano porque tiene mucha experiencia y porque ya forma parte de nuestra plantilla más cercana. Anteriormente fue director técnico del equipo de pruebas de MotoGP con Cal Crutchlow. Estamos convencidos de haber hecho una buena elección y de que Silvano es la persona adecuada para ayudar a Maverick».
Quartararo, su joya más preciada
Sobre Esteban García: «Cada jefe de equipo tiene su propia manera de trabajar. Hemos tenido algunos buenos resultados con Esteban y Maverick. Pero en los últimos 18 meses, los resultados no han sido los deseados. Por eso había llegado el momento de probar algo diferente».
Y para Fabio Quartararo no faltan los elogios en el box de Yamaha: «Fabio está haciendo un gran trabajo. Sólo se puede seguir insistiendo en ello. Todo su equipo está trabajando de primera clase; tienen una excelente comprensión de cómo configurar la moto perfectamente a sus necesidades con el mapeo del motor, los ajustes y los neumáticos adecuados. Siempre se las arreglan para hacerlo de forma impecable de un fin de semana a otro. Es una unidad de primera clase».
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