El australiano no está gozando de un buen inicio de temporada y ve peligrar su sitio en el box oficial de Ducati de cara al 2023. Martín, Bastianini y Marini, al acecho.
Jack Miller no sabe con certeza dónde correrá la temporada que viene. Ducati renovó antes de empezar el Campeonato a Pecco Bagnaia. El italiano se gano el derecho a dicha ampliación del contrato tras un 2021 donde terminó subcampeón de MotoGP. En el otro lado del box, no obstante, la historia es más compleja. Miller no termina de cuajar, y los resultados tampoco llegan. El propio piloto australiano ha confesado que Ducati, a día de hoy, aún no ha hecho ningún amago de renovarle. Mientras tanto, pilotos como Jorge Martín o Enea Bastianini saben que haciendo un buen papel en este inicio de año, podrían optar a pilotar una moto oficial en 2023.
El entorno de Ducati no se ha aproximado a Miller para hablar sobre su situación. El australiano dice en Motorsport que, de momento, seguirá dándolo todo por la fábrica italiana. «No, no he hablado con Ducati sobre mi renovación. ¿Qué haré? Pues simplemente tratar de dar lo mejor, no pudo cambiar nada. Ya me he visto en esta situación una y otra vez, y estresarse no aporta nada. No he recibido ninguna aproximación, y eso duele, porque uno se siente dejado de lado, pero, ¿qué puedo hacer?».
La incertidumbre sobre qué pasará genera a Miller una tremenda frustración, ya que duda de sí mismo porque no sabe qué falla o dónde puede mejorar. «Pues claro que frustra. Llega un momento en el que empiezas a dudar, y a preguntarte por qué ocurre. Pero es algo que escapa a mi control. Si no quieren renovarme, pues no quieren. Todo lo que puedo hacer es intentar desconectar e intentar alargarlo un poco más».
El compañero de Pecco Bagnaia en 2023 es una incógnita, y Miller cree que hay algo más que un tema deportivo. «Entiendo que la elección del piloto para esa segunda moto es una decisión muy importante, y que hay motivos políticos detrás de ello. Y ya sé que a ellos les encantaría tranquilizarme. Pero no todo depende de ellos, sino del componente político. Esta es una parte fea de las carreras, pero es lo que hay».
Miller, además, reconoce que ya se ha puesto en contacto con otros equipos de cara a la temporada que viene por si Ducati decide no contar más con él. «Por supuesto que he tenido contactos, no soy un trozo de carne. Sé que seré capaz de encontrar un sitio en algún otro equipo de este paddock. Eso no me estresa para nada. Incluso cuando me dejaron en la estacada en mi último año en Pramac, cuando querían volver a firmar a Lorenzo, mantuve la palabra que le había dado a Ducati».
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