Jack Miller repasa el Gran Premio de la Comunidad Valenciana y expone los objetivos de su última carrera antes de saltar a Ducati.
Se avecinan cambios en MotoGP la próxima temporada, es por ello que todos los pilotos querrán dar el máximo en el GP de Portugal y cerrar etapas con sus equipos consiguiendo los mejores resultados. Este es el caso de Jack Miller y el Pramac Racing. El piloto australiano acabó segundo en el Gran Premio de la Comunidad Valenciana, y espera acabar la temporada en lo más alto del podium. Sin duda, su objetivo es poder regalar a su equipo una despedida por todo lo alto antes de convertirse en piloto oficial de Ducati.
Una temporada dura para todos los pilotos de Ducati, sin embargo parece que en el Pramac han solucionado parte de sus problemas. Lo explicaba Jack Miller en la rueda de prensa post carrera, y así lo recogían desde el medio Motociclismo. Miller: “Este podio llega en un buen momento, porque llevaba últimamente varias carreras malas. Todavía nos quedará una última oportunidad en Portimao, que será un terreno desconocido para todos, para intentar despedir el año y despedirme del Pramac con una victoria”.
La lucha contra Morbidelli
Desde los Grandes Premios en Austria que Jack Miller no se subía al podio en MotoGP. Miller: “Es irreal estar de vuelta aquí arriba, esa carrera fue muy divertida, disfruté cada minuto de ella. Franco llevaba un ritmo increíble y yo me aferraba a su rueda con uñas y dientes. A mitad de carrera me sentía muy bien y vi que recuperaba terreno. Empecé a frotarme las manos y tenía el plan de adelantarle en la recta de meta en la última vuelta, pero no ha salido. Enhorabuena porque Franco se merecía la victoria”.
El Gran Premio de la Comunidad Valenciana tiene como pieza clave en todas las categorias una última vuelta de infarto. En la categoría reina los protagonistas fueron los pilotos del Petronas y del Pramac. Miller: “Cuando le he adelantado en la recta me fui largo en la curva 1 y no pude aguantar la posición en la 2. Luego lo intenté en la 4 y me la devolvió en la 5. Y de ahí me cerró todas las puertas. Franco tenía que devolverme cada adelantamiento al instante, porque si no lo hubiera hecho yo tenía algo más que me había guardado para el final de carrera. Él hizo lo que era necesario y yo también di el máximo, íbamos muy cerca en la curva 11, pero creo que al final ha sido una pelea limpia y en esta ocasión he acabado segundo, igual que en Austria, pero algún día ganaré”.
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