
En el último podcast de ‘Last on the Brakes’, el campeón del mundo del pasado 2020, Joan Mir, explica cómo empezó en el mundo del motociclismo, lo complicado que ha sido y cómo ha ido gestionando la presión desde entonces.
Todo el mundo tiene claro que el motociclismo es un deporte al alcance de muy pocos. Por eso, aquellos que realmente llegan son todos unos afortunados. Que se lo digan a Joan Mir, campeón del mundo en 2017 (Moto3) y 2020 en MotoGP, con Suzuki, después de una temporada en el que la constancia valió una corona. El resultado a toda una vida de trabajo intenso, de mucho sacrificio y, sobre todo, de mucho dinero invertido por su familia, que le dio la oportunidad de debutar en el deporte que tanto amaba. Ahora, cuenta todo lo que ha tenido que vivir hasta llegar a donde está:
Sus inicios en el motociclismo: «Una cosa que tengo es que soy muy realista. Una vez vi que era capaz de estar al mismo nivel que el resto, pensé que podía conseguir ser el mejor. Así que entonces empecé a competir en el Campeonato de España, y cuando allí ves que sí eres capaz de hacerlo, entonces vas a otra cosa. Recuerdo que con mi padre no teníamos dinero para pagar a un equipo y decir ‘vale, pagamos y así tienes la oportunidad'».
«Tuve que construir esa habilidad y ese talento desde cero, porque si era capaz de ganar un campeonato entonces desde otro campeonato te ven, y un equipo se interesa por ti. Y si ganas tienes la oportunidad de subir a otra categoría, así que por eso me lo tomaba muy en serio desde muy joven, porque no tenía la oportunidad de ir a un equipo y pagar. Así que tenía que ganar en todos los campeonatos, lo que era bastante difícil para un chico joven»
¿Ya te SUSCRIBISTE GRATIS a Motosan.es en la campana? Pues ahora deja TU OPINIÓN debajo en los comentarios