Franco Morbidelli ha hablado en el canal de Youtube de Dainese sobre su pasión por el deporte y lo afortunado que se siente de practicarlo.
Está claro que todos los pilotos aman practicar deporte y son unos apasionados de éste, y no solo de las dos ruedas sino de muchos más como el fútbol, baloncesto, entre otros tantos. En el caso de Franco Morbidelli ha dejado claro que el deporte le ha dado mucho a lo largo de su joven vida, y que se siente agradecido y afortunado por ello. Es por esto que también se cuestiona qué pasará en el futuro cuando sea más mayor y ya no pueda practicar deporte.
El lado apasionado de Morbidelli. “Creo que es posible quitarme el título mundial, quitarme el segundo puesto del año pasado y todos mis logros deportivos. Pero es muy difícil que me quiten de las dos ruedas. Porque es algo mío desde el día que nací. Me montaron en una minimoto cuando era muy pequeño, prácticamente un bebé, y nunca me bajé. Así que para mí es difícil imaginarme una vida sin las moto. Para explicar mejor quién soy, te diría que soy un apasionado del motociclismo. Me gusta todo lo relacionado con el deporte del motor, y sobre todo la velocidad, aunque me gusta el deporte en general”.
Su vida después de retirarse, algo que ocurrirá dentro de muchos años. “Veo ese día muy lejano, de vez en cuando piensas en lo que podrías hacer de mayor, pero aún no se te ocurre nada. Mi pasión por lo que hago es tan grande que me absorbe, así que espero que sea por mucho tiempo. Pilotar una moto supone una gran descarga de adrenalina, es un deporte muy impactante. Hay otros deportes como el paracaidismo y el esquí en los que hay mucha velocidad. Las motos tienen un encanto especial, te subes a ellas como si fueras un caballero moderno”.
“Mi pasión por lo que hago es tan grande que me absorbe, así que espero que sea por mucho tiempo”
“Desgraciadamente es peligroso, si yo hubiera sido piloto en los años 70 y 80 donde era más peligroso no sé si lo hubiera hecho. Tengo la suerte de estar en esta época en la que la seguridad es tan importante, Dainese me da mucha protección. Nunca imaginé el futuro. Esperaba convertirme en un piloto de motos, no tal vez en un ganador con muchas copas, siempre esperé ganarme mi cuota de respeto. Siempre intento mejorar lo que hago en la pista, algo que aprendí de Vale”.
Franco es una persona agradecida con el deporte. “Soy una persona afortunada, el deporte me ha dado prácticamente todo, así que estoy muy agradecido a mi deporte. Me ha dado un estilo de vida, una educación alimentaria, una educación en general para relacionarme con las personas que me ayudan, con las personas que trabajan conmigo… Ahora es muy fácil hablar de ello, ahora que practico el deporte es agradable hablar de ello. Me pregunto qué pasará en 30 o 40 años cuando ya no pueda practicar deporte: ¿Qué sentiré? ¿Qué sensación tendré? Estoy seguro que las enseñanzas y todo lo que me ha aportado me lo llevaré también a mi vida adulta”.
Su paso de las minimotos a el comienzo de su carrera en el Mundial de MotoGP. “Las minimotos fueron una época maravillosa de mi infancia y de mi vida en general. Yo hacía exactamente lo mismo que ahora y te quedas con el mismo sabor, incluso al principio. Cuando tienes 7 años y cuando tienes 26, nada cambia. Cambia el “después”, porque entonces todos nos veíamos, íbamos a jugar, jugábamos. Conocí a mucha gente con la que todavía corro o veo en el paddock. Inmediatamente después me pusieron ruedas altas, primero una Sandroni y luego una Aprilia, y fui directamente al baile. Fue un choque mayor que pasar de Moto2 a MotoGP”.
“La previa a la carrera es una sensación hermosa y terrible al mismo tiempo”
“Pasar de minimoto a 125 GP con 11 años fue un gran golpe, pero me divertía. Cuando pasé del Campeonato Europeo de Superstock a Moto2 hubo un gran impacto, incluso el cambio de equipo no fue fácil, me cuesta aceptar los cambios. Pero estoy contento, todos los cambios que he hecho han sido para mejorar o para mantener el mismo nivel”.
Sensaciones antes de la carrera, horas y minutos de tensión antes del gran momento del fin de semana. “La sensación que tengo el domingo por la mañana antes de una carrera es la misma que entonces y por eso seguimos siendo un poco niños, porque te lleva a esa época. La previa a la carrera es una sensación hermosa y terrible al mismo tiempo, igual que cuando tenía siete años. Se necesita una mezcla de los dos; hay que elegir cuándo usar la imprudencia o el instinto de un niño o saber cuándo ser un adulto y un profesional”.
“La sensación de libertad cuando estás en la moto es muy similar. Lo que cambia es que ahora soy un adulto y tengo que hacer cosas, porque si no podría decepcionar a la gente que te rodea. Cuando eres niño exploras, cuando eres adulto exprimes todo lo que tienes. Cuando estoy en la pista siempre intento ir rápido, cuando no era capaz porque no quería, no importaba, ¡pero ahora es mejor no hacerlo!”
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