Con las obras ya en marcha y una inversión millonaria, el circuito Ayrton Senna se somete a una transformación urgente para cumplir con los estándares de seguridad de MotoGP y recuperar una cita histórica.
La vuelta de MotoGP a Brasil en 2026 tiene nombre y apellidos: Autódromo Internacional Ayrton Senna de Goiania. Tras más de dos décadas de ausencia, el campeonato mundial prepara su regreso al país, pero para ello el histórico trazado se encuentra inmerso en una carrera contra reloj. Bajo la atenta supervisión de la FIM y Dorna Sports, las obras de modernización avanzan a marchas forzadas para estar listas el próximo mes de marzo, cuando la categoría reina aterrice como segunda cita del calendario.
«El calendario es muy apretado»
El director deportivo de la Comisión de Pista de la FIM, Paul Duprac, ha reconocido la presión del cronograma, pero transmite confianza. En declaraciones recogidas por GrandePremio.com.br, Duprac explicó: “El calendario [de modernización] es realmente muy apretado, y los equipos in situ están trabajando sin descanso para terminar a tiempo”. Para garantizar que todo marcha según lo previsto, la federación internacional sigue el proceso muy de cerca. “Tenemos un representante de la Federación Internacional de Motociclismo que sigue muy de cerca la evolución de las obras. Recibimos vídeos y fotos semanales que nos informan del avance”, detalló.
Los últimos informes son alentadores. “El último vídeo nos ha mostrado que ya se han colocado las primeras capas de asfalto”, reveló Duprac, añadiendo que “se han preparado las vías de acceso y ya se ha instalado gran parte de las barreras”. Los elementos de seguridad críticos, como los ‘airfence’ y los pianos, ya han sido encargados a los fabricantes. “Sí, el calendario es muy apretado, pero de momento no hay motivo de preocupación”, zanjó el representante de la FIM, dando por seguro el desarrollo del fin de semana de carrera.
Las reformas que se están llevando a cabo
Las reformas, financiadas con una inversión de unos 8,5 millones de euros por parte del gobierno del estado de Goiás, son profundas y abarcan desde la pista hasta el propio paddock. Entre las modificaciones más notables está el ensanchamiento de las puertas de los boxes, unas obras que ya están en marcha. Además, se instalarán pantallas en la zona del Centro Médico para garantizar la privacidad de los pilotos en caso de intervención, un detalle que refleja la actualización a los protocolos modernos.
El regreso a Brasil supone recuperar un vínculo histórico. El campeonato mundial ya compitió en Goiania entre 1987 y 1989, con victorias de leyendas como Wayne Gardner, Eddie Lawson y Kevin Schwantz. Tras aquella etapa, el Gran Premio se disputó en Interlagos y, posteriormente, de forma más estable en el circuito de Jacarepagua, en Río de Janeiro, hasta 2004. Allí, Valentino Rossi se convirtió en el piloto más laureado.
Ahora, el foco vuelve a Goiania. El objetivo es claro: transformar un circuito con alma clásica en una instalación del siglo XXI, capaz de albergar con todas las garantías el espectáculo de la velocidad. La cuenta atrás, intensa pero controlada, ya ha comenzado.
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