Miguel Oliveira ha mostrado su lado más personal en una entrevista en la que ha recordado sus orígenes. El de KTM también ha hablado de sus proyectos para apoyar el motociclismo en Portugal.
Miguel Oliveria logró la victoria en el Gran Premio de Indonesia, en una carrera pasada por agua que el piloto ejecutó de manera impecable. El portugués es uno de esos pilotos que no hace demasiado ruido, pero ya ha demostrado que puede estar delante y cosechar buenos resultados. En una entrevista concedida al medio Motoit, Oliveria ha hablado de cómo fueron sus comienzos, sus proyectos y sus expectativas en MotoGP.
Ya desde pequeño, Oliveira mostró un gran interés por la competición. “Como todos los pilotos, empecé de pequeño. A los tres años me regalaron un mini quad. Mi padre siempre ha sido un gran aficionado. Fue piloto en Portugal y yo quería ser como él. Pero cuando tenía ocho años me regaló un kart y empecé a correr con él. Pero era demasiado caro: mi padre era albañil, trabajaba mucho, pero no podíamos permitirnos gastar tanto dinero“.
“Teníamos mucha pasión, así que compramos un “Metrokit”, un MiniGP: en el catálogo de esa marca estaban Maverick Viñales y Loris Baz. Lo vi todo el día. Así, a los 9 años, empecé mi aventura como piloto. Aprendí a utilizar las motos con caja de cambios, a entender lo que es un motor de 2T o 4T, empecé a trabajar en el embrague… La Federación Portuguesa organizaba carreras de MiniGP en circuitos de karts, ahí fueron mis primeras carreras”, recordaba el de KTM.
“Si eres italiano o español, encuentras más disponibilidad”
Sin embargo, sus inicios fueron complicados por el hecho de encontrarse en Portugal. “Es más difícil por una limitación cultural: en Portugal no ocurre que un padre cuente a sus amigos que su hijo es piloto. Ahora que estoy en MotoGP es un poco diferente; pero cuando decides ir en serio, cuando quieres ser profesional, todo es más complicado. Cuando tienes 14 años, no puedes gastar tanto dinero para ir a correr al CEV. Si eres italiano o español, encuentras más disponibilidad; además de que es más probable que una empresa apoye a un chico de esos dos países, antes que a uno portugués. Cuando empecé, prácticamente no había compatriotas míos en los distintos campeonatos, salvo un piloto que corrió con una Ducati en SBK en 2004. Había muy poca visibilidad para el motociclismo”, contaba.
Su actuación en el Campeonato del Mundo de Motociclismo, sin embargo, ha cambiado la concepción de este deporte en su país. “Sí. También porque desde 2017 fundé una escuela, creé la “Copa Oliveira”, un trofeo con MiniGPs. Y muchos de esos corredores que empezaron conmigo compiten ahora en el CEV. Una gran satisfacción. Y también una gran responsabilidad. Todavía no entiendo por qué soy el único piloto portugués en el campeonato del mundo. Sería justo que hubiera algunos portugueses en la Rookies Cup: no tiene sentido que sólo haya en MotoGP y nadie en las otras categorías“.
“Mi padre y yo nos preguntamos si tiene sentido seguir, pero luego la pasión gana”
La escuela quedó parada debido a la crisis sanitaria, aunque Oliveira continúa muy volcado en su proyecto. “Sigo teniendo mi equipo, al que mantengo con ‘merchandising’. Todo lo que gano con la venta de camisetas, gorras y lo que sea se destina a mantener el equipo vivo. Presiono con mis patrocinadores personales, trato de aumentar la visibilidad. Todos los años, en diciembre, mi padre y yo nos preguntamos si tiene sentido seguir, pero luego la pasión gana; cuando los chicos me llaman para preguntarme por los planes para el año siguiente, me convencen de seguir”, ha admitido.
Además, el piloto ha reconocido que nunca dejó de lado sus estudios. “Es muy sencillo: para montar en moto tenía que ser bueno en la escuela, no había alternativa. Una vez perdí una carrera importante porque mi rendimiento escolar no era bueno. No seguí estudiando para tener un plan ‘B’ en caso de que no llegara a ser piloto, era algo natural por la educación que tenía: la escuela era lo primero, había que hacerlo. Así que a los 18 años me matriculé en Odontología: han pasado cinco años, pero todavía estoy en el tercer año: puse toda mi energía en mi carrera deportiva”, contaba.
“La ambición está ahí, nos falta experiencia”
Oliveira aprovechó para hacer balance de su trayectoria en MotoGP. “Llegué al campeonato del mundo con Mir, Bagnaia, Quartararo. Todos ellos ganaron un título, yo todavía no lo he conseguido. Esto me hace comprender que aún no he aprovechado todo mi potencial. Está claro que sigo un proyecto que aún no está preparado para ser ganador en todos los GP; pero la ambición está ahí, nos falta experiencia. Cuando llegas a este punto de tu carrera tienes que dar un paso más: si miro a los otros fabricantes, veo que tienen las mismas dificultades que nosotros, pero tienen más experiencia en la resolución de problemas”.
Sobre su futuro, no está claro si continuará de la mano de KTM, aunque es algo que le gustaría. “Es una decisión difícil, creo en este proyecto, creo mucho en él, estoy seguro de que KTM puede ganar también en MotoGP. Espero saber algo en el próximo mes. No estoy preocupado y estoy seguro de que la elección que haga será la correcta”.
En este baile en el mercado de fichajes destaca además la ausencia de un claro favorito en la parrilla. “El único piloto que es superior a todos los demás es Marc Márquez: él marcaba la diferencia. Ahora, después de las lesiones, su nivel está más cerca del nuestro y esto crea más equilibrio. Así que es emocionante, en cada GP nunca se sabe quién va a ganar. Técnicamente estamos muy cerca. Y también el formato de los entrenamientos y la clasificación crea un equilibrio: si no puedes estar entre los diez primeros de inmediato, puede ser un problema”, finalizaba Oliveira.
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