Paolo Simoncelli habla sobre Marco diez años después de su fallecimiento. Con motivo del estreno del documental ‘Sic’, ha hablado de la trayectoria de su hijo y su relación con Valentino Rossi.
La figura de Marco Simoncelli está aún más presente ante el estreno del documental ‘Sic’. En él se hace un recorrido por la vida y carrera del fallecido piloto, a través de amigos y allegados. Su padre, Paolo Simoncelli, fue quien le puso en el camino de las dos ruedas. Algo de lo que, según declaró a Venerdì di Repubblica, afirma no arrepentirse en absoluto.
«Mucha gente me pregunta si alguna vez me arrepentí de haber puesto a Marco en una minimoto cuando era un niño y yo digo que lo volvería a hacer, incluso sabiendo cómo resultó”, contaba. “Porque las carreras de motos le hacían feliz. El único momento malo fue cuando tuvo miedo de no cumplir su deseo de ser campeón del mundo”, recuerda.
Además, Simoncelli ha rememorado el espíritu competitivo de Marco. «Lo que impulsó a Marco fue el deseo de competir que tenía desde niño. Hiciéramos lo que hiciéramos, ya fuera caminar por la calle o subir las escaleras para ir a casa, él siempre quería estar delante. Le molestó mucho quedar en segundo lugar. Siempre me han apasionado las motos, y al igual que es natural que otros padres lleven a sus hijos a la escuela de fútbol, yo le puse en las minimotos y tuve suerte: no sólo se divertía, sino que era rápido. Pero también era muy bueno con el balón, tanto que cuando tenía 14 años tuvimos que decidir qué deporte seguiría. Y elegimos el motociclismo”, contaba.
«Papá, quiero dejarlo. Ya no soy buen conductor»
Sin embargo, ‘Sic’ también pasó por situaciones complicadas, hasta el punto de querer colgar el mono. «Todo ocurrió en 2006, cuando se subió a la Aprilia de 250cc. El equipo de Rossano Brazzi, que en ese momento era considerado el mejor porque había lanzado a Melandri y Valentino Rossi. La realidad es que Marco y Brazzi no se querían, por diversas razones. Y en el momento crucial en que empezaban a llegar algunos resultados, el jefe técnico puso a un joven en su lugar. Marco cedió en un momento dado.»
«Un día me dijo: ‘Papá, quiero dejarlo. Ya no soy un buen conductor’. Como nunca quiso escuchar mi opinión, conseguí que hablara con su amigo mecánico Sanzio Raffaelli, conocido como Malabrocca, quien le explicó que la falta de resultados no se debía a él. Y así continuó”, explicaba su padre.
Esta conversación dio sus frutos, y Marco regresó a la competición con su actitud de siempre. «Cuando se bajaba la visera se convertía en un guerrero, dispuesto a todo para sobresalir. Era un perfeccionista. Tanto, que obligaba a su madre a grabar las carreras. Y luego se pasaba horas repasando las trayectorias de cada curva a cámara lenta, llegando a molestar a sus amigos”, contaba Paolo.
«Marco todavía tiene un poster de ‘Vale’ en su habitación»
Aún así, esa actitud casi obsesiva en la pista no se correspondía con su personalidad fuera de la competición. «Marco era un chico normal y sencillo, con un ingenio rápido, que gustaba al público por su espontaneidad, lo que le convirtió en un personaje mediático”, recordaba su padre. “Cuando empezó a ser famoso, le invitaban a ir a la discoteca durante una hora y se llevaba a casa unos 10.000 euros. Yo habría aceptado, pero él se negó, diciendo: ‘Papá, soy piloto, no soy presentador de televisión.’”
Además de su padre, Valentino Rossi fue otra de sus referencias en el motociclismo. «Siempre le ha admirado, todavía tiene un póster de ‘Vale’ en su habitación”, contaba Paolo. “Cuando se conocieron, se cayeron bien inmediatamente. Al final de la carrera, Marco siempre iba a la caravana de ‘Vale’ para pedirle consejo. También se reunieron fuera de la pista.”
Esta relación se mantuvo hasta el accidente de Simoncelli, el 23 de Octubre de 2011. «Marco murió en el circuito en el que se había proclamado campeón del mundo; que se llama Circuito Internacional de Sepang, cuyas siglas son ‘Sic’. Y fue atropellado por el que era su mejor amigo en la pista«, recordaba Paolo, refiriéndose a Rossi. Aún así, lo tiene claro: «Lo volvería a hacer todo, porque junto a Marco pasamos 24 años extraordinariamente felices», finalizaba.
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