
Carlo Pernat hace repaso del pasado y el presente de Max Biaggi en su 50 cumpleaños. El italiano recuerda divertidas anécdotas vividas por el expiloto.
Max Biaggi cumple cincuenta años. Aunque el expiloto lleva una buena temporada retirado de manera profesional nunca se ha desvinculado del mundo de las dos ruedas. Desde hace cinco años es director de equipo. Quizás ese carácter ganador es el que le motivó a seguir corriendo incluso cuando una caída en el circuito de Sagittario en 2017 casi le cuesta la vida. Una de las personas que más le conoce es Carlo Pernat, que a querido rendirle un pequeño homenaje.
«Max fue un gran campeón y le deseo lo mejor. Recuerdo que fue señalado por Fabrizio Guidotti, que era nuestro cliente. Fui a verlo en una carrera y francamente supe de inmediato que era muy fuerte. Así que le hice un contrato de tres años y le obligué a hacer el campeonato europeo. Piensa, con el equipo de Italia en 250. Y recuerdo que era muy fuerte, y en mojado era una locura. En Irlanda ganó con casi una vuelta de ventaja«, recuerda en la revista Mowmag.
En cuanto le vio pilotar, Pernat sabía que estaba ante un talento. «Había que ponerlo bien, yo se lo había confiado al equipo de Valesi. Se veía que era muy fuerte y que tenía carácter. Recuerdo algunas batallas con Chili muy duras. Tuvimos algunas peleas, pero también fueron positivas. Había que mantenerlo un poco en la cuerda, y para hacer eso con alguien así hay que luchar«.

«Te cabreó tanto que cuando ganó te emocionaste hasta las lágrimas»
Una de esas peleas sucedió en Australia y Max acabó colgado. «Fuimos a ensayar, Paolone también estaba allí. Habíamos cogido el coche de alquiler y él tenía el de Lucchi. Pero quería el coche más rápido, dijo que no podía conducir un coche de prueba. ¿Te lo imaginas? Fui tras él durante un tiempo, pero en un momento dado lo colgué en la pared. Así de simple. Lo inmovilicé contra la pared. Estuvo tranquilo durante seis horas, al día siguiente volvió a ser el Max de siempre«.
Para Pernat, Biaggi fue el primero que se salió de los papeles deportivos. Esa sería una de las principales diferencias con Rossi. «Valentino se comunicaba de una manera más fácil, genuina. Max tenía un enfoque diferente como romano. Me hizo sufrir, pero también ganó tres campeonatos del mundo: me dio buenas oportunidades, además de dárselas a sí mismo. Me dio unas emociones increíbles, pasó de cero a cien en poco tiempo. Max no sólo ganó y luego todos fueron felices. Te cabreó tanto que cuando ganó te emocionaste hasta las lágrimas«.
Por último, el italiano valora el papel de Biaggi como director de equipo. «Le veo bien. Es un tipo duro que sabe cómo funcionan las cosas, a diferencia de muchos pilotos con un equipo que siempre ha sido serio. A diferencia de Valentino, por ejemplo, que encuentra patrocinadores pero luego deja el trabajo a otros, Max trabaja en serio. Se mueve bien, también ha hecho una buena escuela. Es bueno con los pilotos, duro pero humano«.
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