Pol Espargaró explica todo su proceso en la larga lesión que atraviesa y por la que ya se le esperará en Silverstone.
El piloto de Granollers ha sufrido mucho durante estos meses desde que se cayó en Portimao, lesionándose muchos sitios del cuerpo. Pol Espargaró ya contó que perdió mucho peso ya que no podía siquiera comer por la doble fractura de mandíbula, pero ahora está motivado porque el progreso en 3 meses ha sido grande para lo que los médicos esperaban.
“El primer culpable soy yo, porque me caí”, comenzó a hablar Pol Espargaró, como recogió Crash.net. “No era el momento adecuado para empujar en esta curva. Se dieron muchas circunstancias. El neumático estaba frío. Además, el neumático del lado derecho, especialmente en esa pista, nos costaba porque lo sentíamos un poco más duro de lo normal”.
“Durante cierto tiempo, el dolor me venía de la boca, de la espalda, del cuello, de las costillas…”
El piloto de GASGAS cuenta cómo fue la caída: “Me salí de la trazada. Entonces, no pude calentar el neumático del lado derecho. Cuando intenté apretar para hacer la vuelta rápida, sucedió. Pero no se trata de decir que alguien es culpable. Las cosas se pueden mejorar. Dorna lo intentó con el ‘airfence’ después de mi caída, lo que está muy bien. Lo mejor es aprender y es lo que hacemos”.
“Cuando estaba en la UCI del hospital después del accidente, tenía tantas fracturas en el cuerpo que no podía sentir cuál me dolía más”, desveló el catalán. “El nivel de dolor estaba por las nubes, era tanto. Estaba a tope con los analgésicos. Cuando empecé a despertarme, pude empezar a sentir de dónde venía el dolor. Fue duro, porque durante cierto tiempo, el dolor me venía de la boca, de la espalda, del cuello, de las costillas… He tenido tantos problemas con mi cuerpo que acabar en esta situación después de tres meses es un milagro. Estoy muy contento”.
Pol quiso volver antes, pero no pudo. “Tenía pensado ir a Sachsenring a correr, quizá incluso a Mugello. Pero la última radiografía no salió como esperaban los médicos, así que me dijeron que era mejor esperar. Pero quería venir a Assen para ver a la gente antes de las vacaciones de verano”, contaba el de GASGAS.
“Me miraba al espejo y no era mi cara”
“El peor momento creo que fueron las 4 semanas después de salir del hospital. Tenía la boca completamente cerrada. Completamente. Ni siquiera 1 mm abierta. Durante cuatro semanas. No podía comer. Sólo tomaba sopas y perdía como 2,5 kg por semana. Esto es una locura”, añadía. “Estaba perdiendo 2,5 kilos de músculo, no de grasa, porque no tenía grasa al principio del año. Cada semana, te subes a la báscula y piensas ¿cuánto trabajo tendré que hacer para recuperar 8 o 9 kg? No era una sensación agradable”.
Pol se sincera diciendo que ni siquiera se reconocía. “Me miraba al espejo y no era mi cara. No era mi cuerpo. No te reconoces en el espejo y eso fue duro. En las vértebras, me había roto las números 3, 6 y 8. La número 8 estaba partida en cuatro”, desveló.
“Además se redujo un poco la altura de la vértebra, bueno, bastante. Por eso me costó un poco más que las otras. He perdido 1 cm y medio. Pero seguro que en 2 ó 3 semanas voy a estar completamente curado y también voy a ser más duro que antes, sólo se ha reducido la altura de la vértebra, pero todo va a estar perfecto”, continuó.
“En 2 ó 3 semanas voy a estar completamente curado”
Esta historia es de superación por parte del menor de los Espargaró. “Los médicos dijeron que tardaría entre seis y siete meses en volver a competir. Y después de las vacaciones de verano, serán como 4 meses. Así que lo he reducido en 3 meses, lo que es increíble”, afirmaba.
En cuanto pueda, Pol está preparado para entrenar duro y volver a ser el que era, o una mejor versión incluso. “Tengo mi Supermoto preparada, esperando la vuelta. Tal vez pida la moto de calle que KTM, aunque no sea una GASGAS creo que lo permitirán. Será como otra pretemporada. Tengo previsto ir a varios circuitos durante las cinco semanas”.
“También en cuanto al entrenamiento, estoy recuperando mi peso bastante bien. Estaba como en 125cc de peso, incluso un poco más ligero. No podía ni mirarme al espejo. No había nadie. Estoy recuperando todo, recuperando el espíritu, el alma y estoy preparado”, terminó su discurso el de Granollers.
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