«Marc ha dicho que se ha acordado de mucha gente, pero sobre todo de su hermano, que ha sido quien más le ha acompañado y le ha plantado cara durante esta temporada», detalla el expiloto y ahora comentarista en DAZN.
El análisis de Pol Espargaró en DAZN tras la conquista del noveno título mundial de Marc Márquez captura la esencia de un momento que trasciende lo puramente deportivo. Según el piloto y ahora analista, lo vivido en Motegi representa «algo más sentimental, espiritual, más humano», un sentimiento compartido por todos los presentes en el circuito japonés.
«Es como un ‘coming back’, una vuelta a la victoria después de mucho dolor y sufrimiento, de una persona, de un ser humano más allá del deportista», reflexionó Espargaró con visible emoción. Destacó especialmente el papel de Álex Márquez en este camino: «Él mismo ha dicho que se ha acordado de mucha gente, pero sobre todo de su hermano, que ha sido quien más le ha acompañado y le ha plantado cara durante esta temporada».
La faceta humana del campeón
Para Pol, el verdadero valor de este momento radica en haber visto «a la persona que hay detrás del deportista». Reconoció la dificultad de mostrar esta faceta bajo presión: «Yo no fui capaz de enseñar a la persona que había detrás de mí durante los fines de semana de carreras. La presión es enorme y tienes miedo a mostrar esa parte que no gusta: el enfado, el llanto, la emoción».
Este temor a «parecer débil delante de los rivales» hace que, según su experiencia, «muchas veces tu lado más humano se pierda por el camino«. Por eso valora especialmente que Márquez haya podido mostrar su vulnerabilidad y humanidad en un momento tan crucial. El de KTM recordó los orígenes comunes con Márquez en el motor catalán: «En Cataluña siempre ha habido mucha tradición de motociclismo. Empezamos en algo como un Enduro para niños, y eran categorías muy pensadas para padres e hijos».
Estas copas de promoción no solo unían «al núcleo familiar, sino a todas las familias entre sí», creando el caldo de cultivo perfecto para talentos como «Maverick, Rins, Joan Mir, los hermanos Márquez y muchos otros que se quedaron por el camino«. Una generación forjada en el mismo crisol que ahora domina el mundial.
El renacer de Bagnaia
Sobre la victoria de Pecco Bagnaia en la carrera de Japón, Espargaró fue contundente: «Esta victoria demuestra que no es un espejismo«. Considera que el italiano «ha demostrado que lo que les faltaba, ahora ya lo tienen», refiriéndose al equipo Ducati y su capacidad para dar «al segundo piloto de la fábrica lo que merecen y necesitan».
El análisis de Espargaró cierra con un emotivo mensaje a la familia Márquez: «Desde aquí le mandamos un beso y un abrazo enorme a la madre de las criaturas, que seguro nos está viendo y disfrutando desde la distancia con la misma intensidad».
¿Te SUSCRIBES GRATIS a Motosan.es en la campana 🔔? ¡SIGUE HACIA ABAJO para ver las ÚLTIMAS NOTICIAS!
