
El piloto de Honda explica como Alex Barros fue uno de sus referentes y como llegó a sentir un vínculo tan estrecho con él.
Todo piloto cuando empieza a interesarse por las motos tiene sus referentes. Valentino Rossi, Kevin Schwantz o Dani Pedrosa son algunos de los nombres que aparecen en boca de los pilotos de la actual parrilla cuando se les pregunta por ídolos o referentes. Pero cuando se le pregunta a Pol Espargaró, el nombre que sale de su boca es uno muy poco habitual: Alex Barros.
El de Granollers ha explicado en una entrada para el blog de Box Repsol como el piloto brasileño llegó a ser su máximo referente. Barros fue un ejemplo de precocidad en una época donde los pilotos adolescentes todavía no eran la tónica. Barros debutó en 500cc con apenas 19 años, siendo el más joven de la historia en correr en el medio litro y en 1992 se hizo con su primer podio mundialista siendo tercero en Assen.
Firmó por el Lucky Strike Suzuki en 1993, donde se convertiría en compañero de Kevin Schwantz tras haber pasado un año compartiendo equipo con Randy Mamola y dos con Eddie Lawson. Aquel año, mientras Schwantz ganaba su primer título mundial, él se hacía con su primera victoria en la cita final del Jarama, terminando en sexta posición de la general. Fue con la estructura del español Sito Pons cuando logró sus mejores resultados, consiguiendo un total de cinco victorias entre 2000 y 2002 y terminando esos tres años seguidos en la cuarta posición final.

Un vínculo con el 4
Unas carreras que Pol Espargaró recuerda muy bien: «Uno de los recuerdos que tengo es el de ver a Alex en el equipo de Sito Pons, con una moto amarilla. En esa época él iba bastante rápido, luchando por ganar carreras., pero el problema que tenía es que se caía mucho, muchísimo, igual que yo. De hecho, siempre que me caía, recuerdo ver a mi padre y a mi hermano diciendo: ‘míralo, ya se ha vuelto a caer’. Así que con Alex, tuve esa sensación de sentirme identificado y me empezó a gustar desde pequeño».
Justo por esta vinculación, el de Granollers decidió coger el número 4 como su dorsal. «Recuerdo que yo quería llevar ese mismo número en mis inicios, pero al estar ocupado, acabé escogiendo el 44. Y, de hecho, ahora para mí el 44 significa mis inicios, el siempre creer en algo o en alguna persona que te gusta, el seguir fiel a tus ideales, vayan bien o mal las cosas«.
Espargaró tuvo la oportunidad de conocer a Alex Barros en el Circuit de Barcelona – Catalunya. «Mientras yo corría el Campeonato de Cataluña y él estaba en el Mundial de MotoGP, que también corría ese fin de semana en el Circuit. Fue superamable conmigo ¡e incluso me dejó entrar en su motorhome! Eso es algo que ahora valoro mucho más, porque es un gesto muy gentil«.
El piloto de Honda asegura que lo más curioso es que no recuerda ninguna carrera en concreto de Alex. «Y tampoco tenía un estilo muy peculiar de pilotaje que me pudiese atraer, sino que era de esos pilotos ‘old school’, muy bien puesto sobre la moto, como Kevin Schwantz». Pol Espargaró espera algún día poder marcar a alguien tanto como Alex Barros lo marcó a él. «Me gustaría, algún día, poder ser la misma inspiración que Alex fue para mí, como piloto y como persona«.
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