
Pol Espargaró ha atendido hoy a los medios en Assen para contar cómo ha ido el proceso de recuperación tras su brutal caída en Portugal y cuáles son sus planes de cara al futuro.
La temporada 2023 será para olvidar en la carrera de Pol Espargaró. Después de su impresionante caída en Portimao, el piloto de GasGas aún continúa con su recuperación. Tras irse al suelo en la cita inaugural de la temporada y chocar contra las protecciones, Espargaró se ha ido recuperando de múltiples lesiones.
Se fracturó la mandíbula, lo que le provocó una importante pérdida de peso, además de las cervicales, las costillas y las vértebras. Junto con estas lesiones, Pol Espargaró también reconoció haber sufrido un problema en el oído, también fruto de la lesión mandibular, y en los nervios, provocado por la fractura en las cervicales. De todas ellas, es la lesión en la columna la que está frenando el regreso del piloto a la competición.
Aunque en un primer momento Espargaró se marcó como objetivo estar en Mugello, los doctores le aconsejaron que no lo hiciera. Sobre todo, debido a esa lesión en la columna que, en caso de impacto, podría tener consecuencias mucho peores. Tras perderse la cita italiana, comenzaron a bajarse otras fechas para su regreso: Sachsenring, donde finalmente también fue baja, y Assen. Y aunque no ha sido sobre la moto, Espargaró sí ha estado en el trazado neerlandés.
El piloto ha hablado con los medios allí presentes, tal y como nos traslada nuestro colaborador Manuel Pecino desde Asssen. “Quería veros de nuevo después de tres meses. Han sido duros, creo que para el equipo, para la fábrica, para mí… Y quería veros a todos aquí antes del parón veraniego. Quería explicar, para ser honestos, que quería estar en Sachsenring listo para correr, incluso en Mugello. Pero los últimos rayos X no han mostrado lo que esperábamos, o lo que los doctores esperaban. Así que ellos me dijeron que era mejor esperar”.
“La lesión cervical ha sido la peor de todas”
Pol Espargaró ha contado cómo ha sido el proceso de recuperación. “Al principio me dolía todo, estaba en una nube porque llevaba tantos antiinflamatorios y medicinas, sobre todo en el hospital, que no sentía mucho dolor y cuando lo sentía, así en plata, me drogaban y seguía. Pero cuando llegué a casa, prácticamente el primer mes, dormía una hora o menos de una hora y muchas de las noches me las pasé llorando como un niño pequeño de dolor. Incluso pensé en volver al hospital porque el dolor era muy grande, pero poco a poco eso fue diluyéndose.
La lesión en la mandíbula le ha hecho perder peso. “Luego, las cuatro primeras semanas después de salir del hospital tenía la boca completamente bloqueada, no podía comer nada, solo bebía cosas. Me gustaba algo que veía, lo trituraba e intentaba metérmelo en la boca como podía, muy líquido, para sentir el gusto. Pero rebajaba alrededor de dos kilos y medio por semana durante estas cuatro semanas. Eso me destrozó. Porque, evidentemente, todo el mundo sabe el trabajo que hay para poner el cuerpo a punto, para generar musculatura y perder tanto peso en tan poco tiempo era increíble”.
Otra de las lesiones más complejas ha sido la cervical “Luego el dolor cervical que tenía, creo que ha sido la peor lesión de todas. Se afectaron todos los nervios de la zona cervical y hacía cosas un poquito raras, porque cuando los nervios se ven afectados creo que es de los peores dolores o lesiones que se puede tener. El tema nervioso es complejo y se cura muy lento, más que un hueso. Y eso es lo que peor estoy llevando”.
“Esta es la letra pequeña que firmas cuando vienes a MotoGP, la que nadie quiere leer”
Reconoce que pensó en la retirada. “Claro, evidentemente. El primer input cuando llegué al hospital a Barcelona fue que me tuvieron que poner hierros en toda la espalda para fijarla. Entonces, ahí dices ‘Ostras, esto es muy serio’. Y cuando ya va pasando el tiempo y te vas encontrando mejor y dices ‘Ostia, es que no tengo fuerzas en este músculo porque el nervio lo ha afectado y este músculo ha dejado de funcionar’. O cuando estaba en el gimnasio, con un peso de 10 – 15 kilos, y estaba levantando 1,5kg y muriéndome. Son momentos que te ponen en duda cualquier situación, ya no solo el volver a subirme una moto, sino el tener una vida normal. Pero bueno, esto es la letra pequeña del contrato que firmas cuando vienes a MotoGP, la letra pequeña que nadie quiere leer, pero que está ahí. Pero que cuando pasa, te das cuenta de que esa letra pequeña existe”.
Respecto a su futuro, el piloto lo tiene claro. “Me quedo tranquilo porque tengo contrato para 2024. Los pensamientos de resignación más o menos han desaparecido porque mi mirada ahora está dirigida hacia adelante. Pero el accidente de marzo me devolvió a la realidad. Estos pensamientos permanecen contigo por más tiempo, a veces cuando te rompes un dedo o una clavícula. Es por eso que tendré más cuidado en el futuro cuando conduzca con los neumáticos fríos o simplemente salga de boxes. Tengo mucha experiencia, pero incidentes como este pueden ocurrir en cualquier momento en MotoGP. Si soy lo suficientemente rápido en las próximas carreras, continuaré”.
Recuerda más o menos la caída. “Me acuerdo más o menos qué paso, no me acuerdo de muchas cosas, pero más o menos por qué pasó… Fueron muchas cosas que se juntaron y terminó en tragedia. Allí en Portimao el neumático blando para hacer una vuelta en la zona derecha era un poquito demasiado duro o nosotros lo sentíamos así. Además, era un poquito más tarde de lo normal por el nuevo horario, hubo una bandera roja, empezó a soplar un poquito el viento, se enfriaron los neumáticos, hay dos curvas de derechas antes de esa curva de derechas donde yo me caí que no pude calentar el neumático porque venía Maverick apretando y me quité de la línea… Entonces, el neumático estaba completamente nuevo y frío.
“Luego se juntaron todas las cosas: reduje en un mal momento, en el que la suspensión trasera estaba levantada porque hay un cambio de dirección, no había contacto en la rueda trasera, más el freno motor… muchas cosas pasaron y el problema es que no me lo esperaba. No esperaba salir volando en ese momento porque no estaba apretando y todo junto, pues terminó así. En este caso no fue por apretar demasiado y buscar demasiado el límite, sino que fue por un error humano, por mi error. De no plantear la situación como debería y ese error puede tener… Bueno, vemos constantemente errores en MotoGP que parecen tonterías, pero que terminan con desenlaces muy malos, con caídas, con lesiones… pero hay que tener cuidado porque las velocidades son muy altas”.
“No hay que buscar culpables”
¿Lo hubiera evitado el airfence? “Con el airfence, a lo mejor sí. Pero no hay que buscar culpables, después se puso y ya está. Hacemos la safety comission con todos los pilotos para aprender donde hay errores y mejorarlos. Se mejoró después y con eso ya me siento satisfecho“
También ha analizado por qué hay más lesiones este año en MotoGP. “Está claro, ¿no? Hay más momentos y situaciones de crisis. Hay dos carreras en vez de una, hay el doble de accidentes, porque básicamente hay dos carreras. Además, una cosa muy importante es que cuando tú salías antes el domingo a la carrera no sabías lo que iba a pasar, entonces tomabas un poquito de margen para ver a ver si alguien fallaba o tú podías fallar en la frenada”
“Ahora ya no, porque el domingo tú ya sabes cómo salir porque ya lo has hecho una vez. Y además, si has tenido un rifirrafe con el piloto que has tenido al lado, lo vas a volver a tener y le puedes devolver la jugada. Estas cosas, repetir el procedimiento de salida una vez después de otra, eso es peligroso con estas motos. Y después los time attack que tienes que hacer cada día, si tienes que hacer un time attack el viernes, el viernes no estás preparado para hacer un time attack. El circuito es nuevo, la moto no está puesta en su sitio, la electrónica no está en el mejor momento, entonces es evidente que estás arriesgando muchísimo”.
“En lo único que estoy pensando ahora es en volver a pilotar una moto”
El piloto reconoce haberse sentido arropado por el equipo y la fábrica. “Si me preguntan antes de la lesión cómo serían, o cómo se comportarían, nunca lo hubiera dicho. Me he sentido muy querido, muy arropado, han hecho cosas que no habéis visto y que no han publicado tampoco y que son increíbles. Ellos tienen un simulador hecho desde hace unos años, que estaban desarrollando. Me lo trajeron a casa desde Austria con un camioncito para que yo pudiera entrenar en casa con mi moto. Es un simulador que es mi moto, con mis medidas y además conectados con ellos telemáticamente.”
“Van mejorando el software cada vez que yo les pido algo, ponen mis data en las motos antes de cada circuito. Por ejemplo, cuando quería ir a Mugello, pues lo ponían de Mugello y podía entrenar en Mugello con mi data, mis puntos de frenada, mis aceleraciones… Son cosas que los ves implicados, que no es que estás y te van llamando ‘Oye qué tal estás, ¿bien? Pues que vaya muy bien, hasta luego’. Me llaman, me han venido a ver, me han traído el simulador y otras muchas cosas que no he enseñado”.
A pesar de todo, sigue sacando fuerzas para volver. “Nosotros sí, tenemos mucho. Pero no sabemos hacer otra cosa que ir en moto. Y es así de duro, y no pasa nada por aceptarlo. Hay que ser humildes. Luego sí, te retiras y se abren muchas puertas delante de ti y tienes mucho tiempo para invertir en conocimiento. Pero ahora mismo no, así que como lo único que sé hacer y lo único que me llena es ir en moto, pues es en lo único que estoy pensando, en volver a pilotar una moto”.
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