El francés llega a Argentina tras conseguir un meritorio podio en el diluvio de Mandalika. Actualmente es tercero en la clasificación del Mundial.
Aunque no terminó la primera carrera de la temporada en una posición tan alta como le hubiera gustado, Quartararo tomó los aspectos positivos del primer fin de semana de GP y cambió la narrativa en Indonesia, asegurando el segundo lugar. Gracias a este resultado, subió al tercer lugar en la clasificación del campeonato y está listo para desafiar nuevamente a los líderes este fin de semana. Su primera carrera con una moto de MotoGP en Argentina fue hace tres años, cuando ocupó el octavo lugar. Con mucha más experiencia en su haber, el actual Campeón del Mundo confía en que puede presentar un desafío para obtener un resultado superior este fin de semana.
Argentina, donde empezó todo. «Es como un sueño lo que he vivido estos últimos años, de 2018 a ahora hemos pasado de estar en un momento muy malo a ser campeones. Aquella carrera, la de Moto2 en 2018, fue una de las más difíciles de mi vida, la peor, pero fue un punto de inflexión y ahora puedo reírme de aquello porque estoy aquí tras haber ganado un Mundial de MotoGP«.
El retraso en el vuelo que llevaba el material. «Nosotros lo tenemos todo, pero es una lástima, y cruzamos los dedos para que llegue todo lo de los demás, va a ser un reto para los mecánicos, van a tener mucho trabajo. El sábado va a ser un día largo, aunque en realidad solo vamos a perder una sesión«.
El gran resultado de Mandalika. «Fue muy importante para mí cuando llegamos a Mandalika habían cambiado el asfalto y el neumático trasero, no sabíamos que esperar y básicamente fuimos rápidos en seco, con buen ritmo, pero con la lluvia todo podía cambiar, el agarre era una locura, llevó tiempo darme cuenta de que podía correr con mucha velocidad. Básicamente, aunque no había agarre, la moto funcionaba igual que en seco, la pista tenía buenas condiciones de grip, pero hay que seguir mejorando para cuando no lo tengamos en otras pistas«.
Menos tanda de entrenamientos. «En Qatar durante los últimos años tuvimos test antes de las carreras, lo que limpiaba la pista, este año no hubo test y la pista no estaba tan bien al principio. Aquí no se corre desde 2019, mi primer año en MotoGP, así que no sé que puedo esperar, pero voy a intentar darlo todo, como siempre. Para mí es lo mismo, si la moto funciona da igual tres que un día, pero si hay problemas el viernes ayuda a encontrar mejor la puesta a punto, a mi me gusta reducirlo a dos días, pero los mecánicos tendría mucho más trabajo«.
Termas de Río Hondo, circuito con poco agarre, una de las debilidades de Yamaha. «Espero que no tenga que cambiar muchas cosas, si no hay agarre no puedo hacer nada, solo mejorar la moto. Es muy importante el grip para nosotros, tenemos una ventana de oportunidad muy pequeña sin agarre, en cambio con mucho grip la moto funciona de maravilla. Hay que tener un punto de suerte y adaptarse a cada curva en función a eso«.
La nueva chicane del Red Bull Ring. «En términos de seguridad es mejor, siempre hay ese momento de la curva 2 peligroso, sea cual sea la chicane que pongan en la recta para mí estará bien«.
Quartararo no considera que la reducción del fin de semana vaya a beneficiar a nadie en concreto. «No creo que ningún equipo saque ventaja de tener solo dos días de gran premio, no creo que nadie tenga más datos ni saque ventaja«.
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