
Foto: motogp.com
Diego Gubellini, ingeniero en pista de Fabio Quartararo, ha hablado del momento que atraviesan donde en unos días pueden ser Campeones del Mundo.
Fabio Quartararo podría estar a unos días de conseguir su primer título de Campeón del Mundo, 52 puntos de ventaja lo separan de su perseguidor en el Mundial y le vale con terminar por delante de él para salir vencedor a falta de dos carreras. El francés se ha ganado la admiración y el cariño del público y su carácter ya ha convencido a los aficionados. Una de las personas que ha vivido este crecimiento con el francés es su ingeniero de pista, Diego Gubellini, quien ha ofrecido una entrevista a Moto.it donde ha hablado del dulce momento que atraviesan. «Ha crecido mucho en estos tres años, sabe gestionar mejor las situaciones, incluso las más complicadas. Es un chico alegre, siempre bromea en el box”.
Un año muy positivo
Quartararo parece haber dado un giro de 180 grados esta temporada y los puntos débiles de hace un año esta vez parece su fortaleza. «Este año nuestra temporada ha sido mucho más regular, la gran diferencia respecto a 2020 se deriva de dos factores, uno ligado a la experiencia y otro al aspecto técnico. La experiencia es el elemento que más afecta: ha llegado a MotoGP cuando aún no tenía veinte años y más allá de la velocidad y la conducción, hay que afrontar muchas novedades, las expectativas en MotoGP son altísimas. La experiencia te permite gestionar mejor las dificultades y todo lo que está fuera de la pista”.
Además, la presión tampoco ha sido determinante este año. “Viene más del interior que del exterior, el piloto tiene expectativas, incluso más allá de las posibilidades reales. Preparamos el trabajo tratando de entender cuáles eran sus puntos fuertes, cómo se las arregló para rendir al máximo. Esto nos permitió manejar incluso las situaciones más difíciles, luego Fabio ha crecido mucho en estos tres años. Inmediatamente quedó claro que tenía mucha velocidad con consistencia, con muchas vueltas consecutivas con muy poca diferencia entre uno y otro: eso me hizo entender que se las arregla para acercarse a un límite teórico y ahí es donde se queda”.
La lucha por el título
El carácter de El Diablo también ha añadido un ambiente de trabajo más ameno en el box de Yamaha. «También me parece más joven que sus 22 años: siempre está sonriendo, le gusta bromear, pasa mucho tiempo dentro del box y lo hace a la ligera. Si se enoja, es solo por un momento, luego se le pasa de inmediato”.
En unos días puede ser campeón en Misano, sin embargo, la estrategia será la misma. «Inevitablemente será un GP más ajustado, pero todas las carreras tienen el mismo peso: siempre intentaremos afrontarlo de la misma forma, sin fijarnos ningún objetivo en particular«.
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