Fabio Quartararo analiza las opciones de Yamaha en Le Mans, en pleno proceso de recuperación de su operación de síndrome compartimental.
La quinta cita del Mundial de MotoGP llega a Francia. Antes de empezar en modo Gran Premio desde Yamaha han ofrecido una actualización del estado de Fabio Quartararo tras su operación hace menos de una semana. Para el francés es una cita especial y espera llegar en las mejores condiciones posibles. Le Mans es una pista donde Quartaro se siente fuerte, siempre y cuando sea en seco, porque cuando aparece la lluvia surgen los problemas para Yamaha.
La recuperación tras la segunda operación de síndrome compartimental. Quartararo: “Hasta ahora todo va bien, estoy en casa y no estoy haciendo mucho por el momento, así que está bien. Me estoy recuperando poco a poco, está siguiendo su curso y espero estar al 100% para este fin de semana”. Recogen desde GP-inside.
Los resultados en Francia con Yamaha. Quartararo: “Mi experiencia allí con la Yamaha es una sensación muy buena. En 2019 no hice un muy buen resultado pero el ritmo estaba ahí. El año pasado hice muy buenos test, pero con lluvia no es un circuito favorable para nuestra moto. He terminado 8º, era la mejor Yamaha y hemos tenido un poco de problemas en las fases de aceleración. Pero en seco es una de las pistas donde mejor me siento. Ya veremos el tiempo, prefiero no mirarlo, ¡tengo muchas ganas de estar allí y esperamos que haga buen tiempo!”
El Gran Premio de Francia sin público. Quartararo: “Es triste. En Le Mans y en todos los circuitos, es extraordinario ver al público, sobre todo cuando consigues un buen resultado y te gusta compartirlo con los aficionados. No hay nadie en la vuelta de honor, es un poco triste. Para correr no me molesta, pero cuando terminas una sesión es bastante triste y espero volver a ver a los aficionados lo antes posible”.
Problemas a causa de los neumáticos en MotoGP. Quartararo: “No eran realmente alertas, más bien pequeños dolores en el antebrazo. Creo que tiene que ver sobre todo con la evolución de los neumáticos. En la carrera de Barcelona, por ejemplo, la diferencia de tiempos entre la primera y la última vuelta fue enorme. La intensidad que pones en una carrera en la que no hay degradación de los neumáticos es enorme, y en Jerez muchos pilotos tenían dolor en los antebrazos. Físicamente creo que es la única limitación de una moto de MotoGP. Por supuesto que hay que entrenar en casa, hay que estar preparado, pero para mí es la única tensión que siento. Creo que son los neumáticos los que se desgastan mucho menos que en 2019, el ritmo es casi medio segundo más rápido, y aunque solo sea medio segundo por vuelta, se siente enorme”.
Equilibrio de fuerzas y la clave para marcar la diferencia en el Mundial. Quartararo: “A una vuelta todo está muy ajustado, pero a ritmo de carrera es totalmente diferente hacer 25 vueltas, debes ser realmente consistente. Se ve que muchos pilotos hacen una vuelta rápida y luego una vuelta más lenta, y en las carreras no se puede hacer eso, siempre hay que poner un tiempo de vuelta. Ahí es donde se nota un poco la diferencia. En la clasificación es muy importante intentar hacer la vuelta perfecta. Los niveles de las motos y de los pilotos son bastante parejos”.
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