A lo largo de su trayectoria, Fabio Quartararo ha pasado por momentos complicados en los que ha tenido que sacar un aprendizaje que le servirá en su futuro como piloto.
A pesar de que su trayectoria no ha sido la más lineal, Fabio Quartararo se ha convertido en una de las máximas promesas del motociclismo en la actualidad. El Diablo que este año se ha adjudicado su primer título de Campeón del Mundo tiene claro cuales son sus próximos objetivos y es que desde que era pequeño solo tiene un sueño en mente. Quartararo ha demostrado tener un arte especial encima de la Yamaha y juntos han vencido a los pilotos más rápidos del mundo.
Una historia de amor
Quartararo y la M1 son una misma persona cuando el semáforo se apaga. «Somos un equipo pero cuando estamos en pista estamos la moto y yo. Es la cosa con la que mas disfruto en mi vida desde pequeño«. Aunque es consciente de que no todo es su amor por la moto para ser rápido. «Sabes que tu potencial es que lo puedes hacer mucho mejor pero falta una capacidad de la moto y eso es una cosa que te puede enfadar muy rápido, pero tienes que controlarlo«.
Hasta llegar al momento en el que se encuentra, Quartararo ha pasado también por algunos momentos complicados. «Una moto incorrecta en el momento incorrecto puede cambiar el futuro de un piloto. En mi caso en 2016 fue el año más duro, más desastre de resultados«. Aunque ‘El Diablo’ prefiere sacar el lado positivo incluso de las experiencias complicadas. «Siempre sacas algo positivo de todo lo malo y, para mí, la experiencia que cogí entonces era muy grande y tenía opciones para el futuro. Pero un piloto que está un poco al límite y que no tiene muchas opciones en un año malo puede hacer el stop de su carrera deportiva«.
Sobre el momento actual que atraviesas ha hablado el francés en el documental publicado por Dazn en su plataforma, ‘Yo, piloto’. «Creo que 2019 fue el último año donde Yamaha «era una moto fácil». Estoy sufriendo muchísimo, te tienes que adaptar a todas las situaciones y saber como ir lo más rápido posible. Ir suave y rápido o ir «a saco». Es espectacular las cosas que pueden pasar encima de una moto, lo que puedes hablar y que nadie te oye con tu moto es algo muy especial«.
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