El piloto madrileño vive con incertidumbre el verano, ya que aún no sabe dónde correrá en 2023.
La situación que está viviendo Raúl Fernández esta temporada no es la adecuada para todo un subcampeón del mundo de Moto2. Su debut en MotoGP está siendo muy complejo. La adaptación no es sencilla y ni él ni Remy Gardner consiguen dar un paso adelante importante. Para más inri, el futuro de Fernández es también una tremenda incógnita. Con varios huecos de cara al 2023 ya cerrados, Raúl sigue sin saber dónde estará. Tras ver cómo KTM le obligaba a subir a MotoGP, la misma marca austriaca podría desprenderse de él. Además, las sensaciones que le dejó el último Gran Premio en Assen tampoco fueron las mejores.
“Tuve el problema de que mi brazo derecho estaba apretado, así que no podía frenar correctamente, especialmente en la recta de atrás”, explicaba en declaraciones recogidas por Speedweek. Fernández, eso sí, no entendió del todo que ocurrió exactamente en Assen: “Era extraño, no era una bomba de brazo clásica. Fue la primera vez en mi carrera que me paré en un Gran Premio, estoy muy decepcionado por eso. En Mugello tuve problemas en la mano que fueron por la caída de Portugal. Aquí el problema era diferente“.
Raúl Fernández: “No puedo perder el enfoque en mi trabajo ahora”
En general, salvo una meritoria duodécima posición en el Gran Premio de Alemania, la temporada de Raúl Fernández no ha sido del todo buena. “La primera mitad de la temporada fue difícil. Tuve muchas caídas, lo que en realidad no es normal, y hubo un momento en la temporada en el que no pude mejorar mucho.La segunda mitad de la temporada puede ser interesante. Tenemos espacio para mejorar, y ese es el objetivo”.
Pese a centrarse en el corto plazo, Raúl también debe ver qué le depara el futuro. Ahora mismo su presencia en el equipo satélite de KTM no está asegurada, más bien lo contrario. Aún así, el español siempre piensa en positivo y sabe qué hacer para alejarse de cualquier tipo de comentario negativo. “No estoy en las redes sociales. Esa es la clave. No leo nada y me concentro en mi trabajo. Estoy dando lo mejor de mí y, para ser honesto, antes de pensar en mi futuro, tengo que mejorar. Como dije, creo que tengo margen de maniobra. Y si mejoro, también puedo pensar en mi futuro. Pensar en el futuro ahora no es el camino correcto”. “A veces no es muy bueno cuando se habla demasiado, cuando eso pasa pierdes la concentración. Eso no es bueno, no puedo perder el enfoque en mi trabajo ahora”, añade.
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