
Raúl Fernández finalizó 17º en el Gran Premio de Indonesia. El piloto del KTM Tech3 sufrió mucho durante la carrera debido a las condiciones de lluvia.
Raúl Fernández tuvo que hacer frente a muchos desafíos nuevos el pasado fin de semana: Un circuito nuevo, un asfalto nuevo, en una categoría nueva. A todo esto, además, se suman las condiciones meteorológicas de Lombok, donde la lluvia apenas dio tregua a los pilotos de MotoGP. Esta fue, por tanto, la primera carrera con lluvia para el madrileño desde el año 2017, lo que provocó muchas dudas al piloto.
La carrera de MotoGP estuvo en el aire por casi una hora, en todos los sentidos. La lluvia apareció con fuerza sobre el trazado de Mandalika, dejando algunas imágenes impresionantes como la caída de un rayo a pocos metros de la pista. Desde el ‘paddock’ no se mostraban muy optimistas ante la posibilidad de llevar a cabo la carrera. A todo esto se sumaba el nuevo asfalto de la pista, de cuya capacidad de drenaje no se tenían referencias. Sin embargo, la lluvia amainó, y la pista comenzó a vaciarse rápidamente, aunque la carrera se declaró en lluvia.
«Mi última carrera en lluvia fue en 2017 con una pit bike. El domingo hice mi primera carrera en lluvia en el Mundial», recordaba el ‘rookie’ Raúl Fernández en declaraciones recogidas por el medio Speedweek. El español tomó la salida desde la 21º posición de la parrilla; pudiendo remontar hasta la décimo séptima plaza. Esta remontada no fue suficiente para poder puntuar, por lo que el piloto acumuló su segundo cero consecutivo.
«La pista ofrece un alto nivel de seguridad en mojado»
La falta de experiencia, sobre todo en estas condiciones, jugó una mala pasada al madrileño. «Mi problema fue que sólo tenía como referencia el neumático de lluvia de Moto2. En la categoría de Moto2, cuando se corre en mojado, te puedes caer incluso cuando se frena en línea recta. Lo tuve en cuenta durante la carrera, por lo que la primera mitad de la carrera fue muy difícil para mí. El neumático delantero de MotoGP es muy sensible, pero al mismo tiempo tiene muy buen control», explicaba el piloto.
Sin embargo, poco a poco, Fernández fue ganando confianza en sí mismo. «Vuelta a vuelta entendí más cómo ir más rápido. Esta fue mi primera carrera con lluvia, así que fue parte de mi proceso de aprendizaje». Además, el piloto elogió el agarre de la pista del Circuito de Mandalika. Este es un punto en el que muchos pilotos han estado de acuerdo, a pesar de las numerosas quejas sobre el estado del trazado. «La pista ofrece un alto nivel de seguridad en mojado porque el asfalto tiene mucho agarre», contaba Fernández.
La otra cara de la moneda fue la victoria de Miguel Oliviera. El piloto portugués cruzó la línea de meta en primera posición, con una cómoda ventaja con respecto al segundo clasificado Fabio Quartararo. Una victoria que no ha sorprendido a Raúl Fernández: «Sé lo mucho que trabaja el equipo, así que el resultado era sólo cuestión de tiempo. Porque la moto ha sido capaz de ganar durante mucho tiempo», finalizaba.
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