El piloto del Trackhouse firmó en Le Mans su mejor actuación de la temporada, terminando 10º en la sprint y 7º en la carrera.
El Gran Premio de Francia ha sido un buen punto de inflexión para Raúl Fernández. En una carrera principal marcada por el caos de la lluvia, el del Trackhouse firmó el mejor resultado personal de la temporada, acabando 7º. Aunque no se conforma, Raúl se muestra satisfecho por su evidente mejora tras el mal inicio de temporada. Manuel Pecino, colaborador de Motosan, recogió sus declaraciones.
Al ser consultado sobre cómo se sintió en una carrera tan impredecible, Fernández destacó su enfoque mental. «La verdad que bien. Primero de todo, confirmo las buenas sensaciones con la moto en todas las situaciones. Me he vuelto a sentir muy bien y estoy contento. En estas condiciones difíciles intentas siempre tomar decisiones y algo que he aprendido en las pocas carreras que he tenido es a intentar tomar decisiones muy frías en esos momentos clave. Al final, son micras de segundo: ¿entro o no entro? Así que intento decidir con la cabeza fría«, explicó el piloto madrileño.
«Utilicé a Márquez para guiarme»
En esos momentos de incertidumbre, Raúl reveló una estrategia curiosa, utilizando la experiencia de Márquez como guía. «Ahí también utilicé un poco a Marc para guiarme. En la segunda vuelta, cuando íbamos a parrilla tras parar por la lluvia, yo quería entrar y esperé a ver qué hacía él. Cuando vi que Marc también entraba, pensé: “Vale, esta es la decisión correcta”. Al final no era fácil, pero estoy contento. Lo único que puedo poner como ‘pero’ es que usamos la goma trasera media y no funcionó bien. Creo que en ninguna vuelta trabajó al 100%. Iba toda la carrera controlando el gas, y casi ni en la recta podía abrirlo del todo», detalló, señalando un problema de rendimiento con el neumático elegido.
Sobre la posibilidad de haber salido directamente con neumáticos de lluvia, el del Trackhouse explicó la complejidad de las decisiones en tiempo real. «No, no lo veíamos. El problema es que, como te digo, en cada momento son decisiones de micras de segundo. Yo veía la pista seca. Imagínate que se hubiera quedado en ese ‘mojabobos’, como decimos en Madrid, o ese ‘chiriví’, que parece que llueve pero ni moja. Paramos por eso, pero si hubiera durado tres vueltas más, todo habría cambiado. Tomé la decisión en el momento. Cuando volví a salir con la moto de agua, no había visto nada, entré porque creí que era lo correcto, y luego vi que Marini y Aleix también estaban saliendo. Así que bueno, salió bien la cosa. Acerté. Normalmente fallo poco en esas decisiones. Y luego, ya era cuestión de sobrevivir y aguantar», relató sobre la frenética secuencia de entrada y salida de boxes.
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