Remy Gardner estuvo presente en el Gran Premio de Japón como wildcard de Yamaha.
Remy Gardner volvió a subirse a una MotoGP el pasado fin de semana, como wildcard de Yamaha en el Gran Premio de Japón. El piloto se enfrentó a unas condiciones complicadas, con la lluvia presente en el trazado de Motegi. Sin embargo, el mayor problema del piloto de WorldSBK fue la adaptación al neumático medio. Como resultado, Gardner clasificó último en parrilla, y cruzó la línea de meta también en la última posición; sin llegar a cosechar ningún punto.
Sus problemas en Motegi. “Lo había probado el viernes y me sentí bastante bien, pero no genial. Esta mañana lo he probado con el blando y si no hubiera cometido un error en la bajada habría terminado 15º, así que habría estado bien. Al final de la carrera todo estaba muy apretado, así que habría hecho bien en poner el blando, porque Nakagami era más rápido que los demás en las últimas vueltas. Quizá era la mejor opción. Por lo demás ha sido un GP largo, en el que me hubiera gustado luchar más, pero ha sido un fin de semana difícil para todos los pilotos de Yamaha”.
Gardner comparó el motor de la KTM con la que compitió en MotoGP con el de Yamaha. “El austriaco era más lineal aunque bastante agresivo. No sé si es la electrónica, pero en general era más fácil de manejar para mí. Con éste es más complicado y la electrónica también es un punto crítico. En general ha mejorado el agarre y la manejabilidad, pero la electrónica no da buenas sensaciones cuando pisas el acelerador”.
“En noviembre tendré que operarme la espalda”
El australiano aprovechó también para hablar de su situación en WorldSBK. “Venimos de dos rondas complejas y tenemos que encontrar lo que nos falta. Los demás han mejorado mucho. No digo que seamos más lentos porque yo voy diez segundos más rápido que el 2023, pero eso no se está traduciendo en resultados. Tenemos que dar un paso adelante. Nunca he estado en Estoril y será interesante. Estaría bien acabar bien en Jerez”.
Gardner explicó además cuáles son sus planes de cara al invierno. “En noviembre los chicos del equipo oficial harán un test, yo no porque tendré que operarme de la espalda. El año pasado me caí en Misano y aunque me dolía aguanté, luego me hice daño en el wakeboard, mientras hacía un back-flip me pusieron inyecciones para amortiguar el problema. Quería operarme en el descanso después de Assen, pero preferí posponerlo para no perderme ninguna carrera. No es nada importante, pero tardaré un mes en recuperarme”.
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