El piloto ha compartido sus recuerdos y estrategias sobre Sachsenring y cómo planea abordar el regreso a MotoGP.
Rémy Gardner, piloto australiano de motociclismo, ha compartido una serie de declaraciones que arrojan luz sobre su inesperada oportunidad de regresar a MotoGP. Gardner, quien es hijo del campeón mundial de 500cc de 1987, Wayne Gardner, ha enfrentado numerosos desafíos en su carrera. Después de una difícil temporada en MotoGP con KTM en 2022, Gardner ha encontrado éxito en el Mundial de Superbikes con Yamaha.
En sus declaraciones con nuestro colaborador Manuel Pecino, Gardner detalla cómo recibió la noticia de su regreso a MotoGP, sus sentimientos al respecto y sus expectativas para el Gran Premio de Alemania en Sachsenring. Además, reflexiona sobre las diferencias entre las motos de Superbikes y MotoGP, y la dificultad de adaptarse a esta nueva oportunidad con tan poco tiempo de preparación. A continuación, se presentan las palabras de Gardner, donde aborda estos temas y su enfoque para el fin de semana de carrera.
El piloto ha relatado cómo recibió la inesperada llamada que lo invitaba a regresar a MotoGP y lo feliz que le hizo. «Por la tarde del domingo me llamó Paco y me dijo si me apetecía subir a la GP, que Yamaha me quería poner la moto para Sachsenring. Han sido ellos yo ni lo he pensado. Estaba haciendo motocross con Tito y fui a comer con él, un día súper tranquilo y estaba lavando la moto en casa y llamaron. Tenía como 25 llamadas perdidas. La verdad es que no lo esperaba para nada y lo guay es que te sientes valorado como piloto. Es como, lo estás haciendo bien en Superbikes.»
Gardner ha expresado su cautela y realismo ante el desafío que representa regresar a MotoGP tras dos años de ausencia. «Es muy difícil. La GP ya sé lo que es, los neumáticos son muy complicados. Hace dos años que no he subido una y la Yamaha no es la KTM. Hay mucho trabajo por delante y no hay que precipitarse en ningún momento, porque al final lo que cuenta este año es mi campeonato de Superbike, que lo estamos haciendo bien y estamos en la lucha por el top cinco del Mundial y hay que ser consciente de eso. Por eso que bueno, lo tomaremos con calma y disfrutarlo más que nada y si sale algo de buenos resultados pues que salgan, pero no espero nada. Lo haré lo mejor posible sin hacer locuras.»
El piloto ha recordado con nostalgia una de sus experiencias más destacadas en Sachsenring, mientras comparte su perspectiva sobre el circuito y entre risas comenta que le dará rueda a Pedro Acosta: «Yo creo que la victoria más fácil de mi vida fue aquí con la Moto2. A mí siempre me ha gustado. Hay que girar muy bien en la parte lenta y que tenga siempre como una velocidad un poco más alta en las curvas pequeñas, ahí puedes ganar tiempo. A Pedro, si yo le doy rueda, que no se preocupe. En FP1 que salga detrás mío y ya le enseñaré el camino.»
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