
Álex Márquez conquista la Sprint Race de Portimao tras una intensa batalla con Acosta y Bezzecchi.
La emoción volvió a desbordarse en el Autódromo Internacional del Algarve. Bajo el sol de Portimao, la Sprint Race del Gran Premio de Portugal ofreció una de esas carreras cortas que condensan toda la intensidad del motociclismo moderno: adelantamientos al límite, ritmo vertiginoso y una lucha sin tregua entre tres protagonistas de lujo. Álex Márquez, Pedro Acosta y Marco Bezzecchi se disputaron la victoria de principio a fin, pero fue el piloto del Gresini Racing quien acabó imponiéndose con autoridad, firmando un triunfo brillante en los doce giros de la cita portuguesa.
Salida impecable y ritmo frenético desde el inicio
Desde la vuelta de calentamiento se vislumbraba el escenario de batalla. La mayoría de pilotos apostaron por el neumático duro delante y el blando detrás, mientras Somkiat Chantra se desmarcaba con la opción media delantera. Con los semáforos apagándose, dio comienzo una Sprint que mantuvo en vilo a los aficionados desde el primer segundo.
La salida fue limpia y los dos primeros clasificados conservaron sus posiciones, mientras Álex Márquez protagonizaba un arranque formidable: en la primera curva superó a Quartararo y a Bagnaia, capitalizando la mala salida del vigente campeón del mundo.
Acosta toma el mando y Bezzecchi se aferra al grupo de cabeza
Pedro Acosta no tardó en mostrar sus cartas. El murciano, pegado a la rueda de Bezzecchi desde el inicio, se destacó rápidamente junto al italiano, dejando atrás a Márquez, que rodaba tercero. Joan Mir, en cambio, no encontraba ritmo y caía hasta la 16ª posición, justo por delante de Morbidelli.
En la tercera vuelta llegó el primer golpe de efecto: Acosta ejecutó un adelantamiento impecable sobre Bezzecchi en la frenada de la curva 1, asumiendo el liderato de la carrera ante la ovación del público portugués.
Márquez se une a la lucha por la victoria
A partir de ahí, el ritmo de los tres de cabeza fue superior al resto. Márquez, cada vez más cómodo, recortaba diferencias con los dos primeros, mientras Quartararo lideraba un segundo grupo a más de dos segundos de distancia. En la cuarta vuelta, el piloto del Gresini aprovechó el rebufo en la recta principal para superar a Bezzecchi, situándose segundo y confirmando que la lucha por la victoria sería cosa de tres.
La carrera no dio respiro. En la quinta vuelta, Nicolo Bulega se fue al suelo en la entrada a la curva 13, mientras Joan Mir se veía obligado a retirarse por problemas mecánicos. Delante, el duelo entre Acosta y Márquez se intensificaba. El de Gresini llegó a pasar al murciano en la recta de meta, pero Acosta respondió con firmeza, devolviendo el adelantamiento en la curva 5. Bezzecchi, aunque algo descolgado, no perdía de vista el duelo.
El ataque definitivo del menor de los Márquez
En el noveno giro, Márquez volvió a atacar y esta vez su maniobra fue definitiva. El español tomó el liderato y empezó a imponer su propio ritmo, gestionando con precisión milimétrica cada curva de Portimao. Acosta trató de replicar su ofensiva, pero el piloto de KTM no encontró hueco, mientras Bezzecchi se mantenía tercero, pendiente de cualquier error que pudiera darle una oportunidad. Por detrás, Di Giannantonio escalaba hasta la quinta posición tras superar a Bagnaia, que seguía sin encontrar sensaciones.
Márquez no da opción y se lleva la victoria
A falta de dos vueltas, Álex Márquez ya rodaba con autoridad. Su ventaja crecía curva a curva, mientras Acosta y Bezzecchi centraban sus esfuerzos en definir el segundo escalón del podio. La última vuelta solo sirvió para confirmar lo inevitable: el de Gresini no cometió errores y cruzó la línea de meta como vencedor de la Sprint Race del Gran Premio de Portugal.
Pedro Acosta completó una sólida actuación con un segundo puesto que confirma su consistencia en la categoría reina, y Marco Bezzecchi cerró el podio tras resistir en una carrera de altísimo nivel.
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