
Aldeguer lidera bajo el cielo cambiante de Sepang y Bagnaia recupera sensaciones.
La primera sesión de entrenamientos libres del Gran Premio de Malasia dejó una imagen alentadora para Pecco Bagnaia y un mensaje rotundo de Fermín Aldeguer. El murciano, cada vez más consolidado en su estreno en MotoGP, fue el más rápido en una FP1 marcada por el clima tropical de Sepang y las nubes que amenazaron con arruinar la jornada. Bagnaia, por su parte, respiró aliviado al reencontrarse con un ritmo competitivo tras dos fines de semana complicados en Indonesia y Australia.
Desde los primeros minutos, el de Ducati mostró una versión más reconocible. El italiano se situó rápidamente entre los primeros puestos y llegó a liderar la tabla con un registro de 2:00.455, hasta que Aldeguer mejoró su tiempo con un 2:00.199, una marca que nadie más logró batir. Para el piloto de Gresini fue una vuelta que reafirma su creciente madurez, especialmente en un trazado que conoce bien tras los test de pretemporada.
Bagnaia vuelve a respirar en Sepang
La familiaridad con el circuito jugó claramente a favor de Aldeguer. Si en Phillip Island había necesitado un periodo de adaptación para aclimatarse a la exigencia del trazado australiano —donde terminó decimocuarto—, en Malasia la historia fue distinta. El piloto español sacó partido de la experiencia previa y colocó los cimientos de un fin de semana que puede consolidar su candidatura a novato del año. Aventajó en dos décimas a Bagnaia, que a su vez comprobó que su Desmosedici —al menos la utilizada para su mejor intento— vuelve a responder a sus exigencias.
El rendimiento del italiano, no obstante, continúa envuelto en una cierta incertidumbre. Su temporada está siendo un ejercicio de contrastes: brillante en Motegi, errática en Mandalika y Phillip Island. Cada entrenamiento parece una incógnita, y Ducati deberá mantener la calma antes de sacar conclusiones precipitadas.
Tras Aldeguer y Bagnaia, Joan Mir firmó el tercer mejor tiempo, situando su Honda a poco más de tres décimas del liderato. El mallorquín mostró un paso adelante con una moto que sigue buscando estabilidad, aunque la mejora en ritmo y confianza se hizo notar. A solo 33 milésimas del campeón de 2020 terminó Pol Espargaró, cuarto, quien continúa sacudiendo los cimientos de KTM cada vez que se sube a la moto. El probador catalán sigue demostrando que su velocidad sigue intacta pese a su rol fuera de la parrilla habitual. Cerró el top cinco Marco Bezzecchi, a apenas diez milésimas de Espargaró.
Caídas sin consecuencias
En el segundo grupo se situaron Fabio Quartararo (octavo), a medio segundo del líder, y Jack Miller (noveno), que sufrió una caída sin consecuencias. Pedro Acosta completó el top diez antes de irse también al suelo, un contratiempo leve que no empaña su solidez. En el tramo final, el cielo malasio hizo honor a su fama: la lluvia apareció con intensidad a menos de un cuarto de hora para el final, empapando la pista en cuestión de minutos. Algunos pilotos, como Espargaró o Quartararo, se atrevieron a salir para probar las condiciones, aunque los sustos no tardaron en llegar. Finalmente, todos aprovecharon el cierre para ensayar salidas en mojado.
Entre los incidentes más destacados estuvo la caída de Álex Márquez en la curva 7, un fuerte golpe sin consecuencias físicas. Pese al susto, el piloto del Gresini consiguió terminar séptimo en la tabla, confirmando que su ritmo estaba a la altura de los mejores antes del chaparrón.
En el otro extremo de la clasificación, Raúl Fernández, flamante ganador en Australia, cerró el día 19º a 1,5 segundos de Aldeguer, todavía adaptándose a un trazado en el que se lesionó en febrero. Su homónimo, Augusto Fernández, fue penúltimo con la Yamaha equipada con motor V4.
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