La temporada 2021 para Álex Rins no ha sido del todo positiva. Muchas caídas, ninguna victoria. El piloto catalán quiere cambiar y hacer del 2022 un año inolvidable.
Álex Rins lo tiene claro. «Me pongo un 6 en el conjunto piloto, moto, equipo y todo», dice en una entrevista que concedió a Motorbike Magazine hace días. La temporada del piloto de Suzuki no ha sido la esperada, ni a nivel personal ni a nivel colectivo. Tras un 2020 donde la marca japonesa había sido la clara protagonista, esta última temporada ha sido de transición: sin Davide Brivio, con una moto a la le costaba horrores competir con Yamaha y Ducati, y con un Rins que ha sumado hasta seis ceros.
«La verdad es que ha sido un año muy complicado, un año que empezábamos con muchas expectativas. Las dos primeras carreras en Qatar no fueron mal del todo y llegamos a Portimao muy fuertes, luchando con Quartarararo. Pero fue muy difícil, porque tuve una caída y a partir de ella tuve cuatro consecutivas. Suzuki me apoya y hemos intentado acabar el año de la mejor forma posible para tratar ser más fuertes en el próximo año«, explica el piloto catalán.
El 2020 fue diferente. Tanto para Suzuki como para el propio Álex Rins. El piloto no tiene una explicación clara y no sabe a quién echar la culpa de haber cuajado una temporada muy irregular: «Veníamos de ganar con Joan y de terminar terceros conmigo. Ha sido un poco culpa de todos en general. Aunque yo no diría el término ‘culpa’, porque es una palabra muy fea. Sí que es verdad que al inicio, al no conseguir acabar estas carreras pierdes un poco de motivación, pero intentas ir al siguiente Gran Premio con muchas ganas y ánimo. Después, quieras o no, creo que o la moto no ha estado al nivel que debería estar, o yo no he sabido apretarla de la mejor forma para poder ser rápido. Pero sí que es cierto que un poco de diferencia respecto a los demás hay».
Por todo ello, Rins reconoce haber vivido momentos un tanto duros durante este 2021. Pero siempre sonsacando la parte positiva de todo lo vivido: «He aprendido a gestionar momentos en los que no había estado. Momentos duros, de dificultad, a nivel deportivo, a nivel de caídas, de que las cosas no salen y ves que la gente con la que competías el año pasado está muchísimo más adelante. Hemos aprendido a gestionar estos momentos». «Uno, en esas situaciones, se refugia en su gente. En tu familia, en tus amigos, que al final son los que te dan ánimos y fuerza para seguir luchando y no tirar la toalla», añade.
Davide Brivio, una pieza fundamental que ya no está
Si en 2020 Suzuki consiguió lo que consiguió es, en parte, a la figura de Davide Brivio. El italiano dejó la marca japonesa para empezar una nueva aventura en la Fórmula1. Rins, dice, que no le importaría verlo vestido de azul y por el padock de MotoGP: «Al principio yo pensaba que no se echaba en falta en nada, pero a medida que de cómo ha ido yendo el año y de cosas que ves dentro del equipo, sí que es verdad que falta esa figura de una persona que mande, que sepa gestionar esto». «A mí me gustaría muchísimo que Davide volviera. Tengo una relación increíble con él, nos compaginamos muy bien y gracias a él estoy aquí. No he hablado mucho con él sobre este tema, porque respeto su privacidad», apunta.
Por último, ha hecho un balance general del Mundial, de cómo ve la categoría reina y quién es el piloto que más le ha sorprendido. «En MotoGP me ha sorprendido Bastianini, en las dos carreras de Misano el potencial que tuvo para llegar, avanzar, para irse de mí», dice Rins. «A esta Suzuki le falta ser un poco más competitiva en entrenamientos y tener más velocidad en general», finaliza.
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