Hoy mismo Suzuki ha hecho oficial su intención de dejar MotoGP al terminar la temporada. Todos los mecánicos, Álex Rins y Joan Mir, los más damnificados.
Fue terminar el Gran Premio de Jerez y abalanzarse una noticia ‘bomba’. Suzuki dejará de estar en MotoGP cuando termine la temporada. La fábrica japonesa ha decidido dejar de competir por el momento tan delicado que atraviesa la economía mundial. Una situación que, entre otros, afecta claramente a Álex Rins. El piloto catalán empezó la temporada de una manera solvente, con el claro objetivo de luchar por el título. Ahora, tras la negativa de Suzuki de seguir en MotoGP, tal vez la hazaña que Rins tenía en mente desaparezca. No sería raro ver como la fábrica japonesa no apuesta por evolución la moto en lo que queda de 2022. Una decisión que sería devastadora para el propio Rins como para su compañero de equipo, Joan Mir.
La primera impresión de Rins sobre el adiós de Suzuki es de máxima sorpresa. “La decisión que ha tomado Suzuki es dura, ha sido un golpe duro para todos. Cuando nos lo dijeron el lunes, después del test en Jerez, yo me derrumbé; me puse a llorar. Desde 2017 lo di todo por Suzuki para tener una moto competitiva y, de repente, cogen y te dicen que el año que viene no se sigue”.
Además, Rins explica que hasta el momento no ha recibido mensaje alguno de los altos directivos de Suzuki en Japón, solo el comunicado que hoy mismo se ha hecho publico, además de las palabras de Suppo y Sahara. “No he hablado con nadie de Japón. El presidente de Suzuki, Toshihiro, siempre ha sido súper amable conmigo, me envió un video cuando nació mi hijo. Todavía no he recibido nada de él ni de ningún otro gerente de Japón, solo la comunicación de Livio y Sahara”.
El objetivo era renovar cuanto antes con Suzuki. “El plan era renovar, estábamos negociando para eso. Estuvimos cerca de firmar, seguro que nadie sabía nada. Pero esto vino rápido, si Livio o Sahara lo hubieran sabido, seguro que no hubiéramos iniciado una negociación. Cuando supieron la noticia, ellos también estaban abajo, estoy convencido de que no sabían nada. Hicimos un gran comienzo de temporada y esto hace que sea aún más difícil entender por qué Suzuki no quiere seguir en este campeonato Somos competitivos, pero como dije, esta es la decisión y debemos respetarla”.
Aún así, Rins no baja los brazos. Está bien posicionado en la Clasificación General del Mundial, por lo que seguirá luchando por ganar el Campeonato y hacerse valer para el 2023. “Tenemos que seguir haciendo lo que estamos haciendo. Ahora mismo, encima de la mesa solo tengo teléfonos; nada más. Tenemos la opción de derrumbarnos al pensar que no tenemos moto para el año que viene, o la de seguir empujando, con la cabeza alta. Mirando a los mecánicos, esa es la que ellos han decidido seguir y yo, también. Vamos a demostrar a Suzuki que se ha equivocado con la decisión de irse de MotoGP. Sería divertido ir a Valencia a recoger el título de campeones y ver la cara del japonés. Pero, al final, la decisión está tomada y no cambiaría nada”.
El piloto catalán piensa en su futuro y en el de todos los mecánicos de Suzuki, pero muy consciente del presente: Le Mans. Insiste en que recibir una noticia así es muy dura. “Fue un shock para mí y para el equipo. No es fácil, al final puedo encontrar un lugar para 2022, espero, pero para el equipo es más difícil. Lo siento mucho, son como una familia para mí. Esta será mi última carrera en Le Mans con Suzuki. Quiero divertirme mientras estoy con ellos y darlo todo, seguir adelante con la cabeza en alto”.
Rins también piensa en que tiene confianza en la marca para seguir dándolo todo en la pista. “La confianza en Suzuki hasta final del año, la tengo. El presupuesto para este año está cerrado. Según me han dicho, en Montmeló tendremos un paquete aerodinámico nuevo, que ya está en producción. Yo me lo creo. Pocas veces he visto a un japonés llorando, y cuando nos dieron la noticia, estaban en el suelo”.
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